La construcción del rastro se ha convertido en un elefante blanco al tener casi cuatro años en el abandono, tablajeros del municipio solicitan este recinto para garantizar la procedencia de la carne y darle seguridad al cliente en sus negocios.
Desde el año 2000 el ex presidente municipal Benito Lucio decidió clausurar el rastro que se encontraba en la calle Jaime Nunó, prometiendo que lo reubicaría en otro sitio de la ciudad, sólo fue de palabra, hasta la fecha los carniceros no cuentan con un lugar digno para el sacrificio de animales.
En el periodo de la administración municipal de Jesús Rosiles; realizó en la comunidad de Cuanamuco una primera etapa de la construcción del rastro municipal, estaba proyectada como tipo Tipo Inspección Federal (TIF), la cual continúa en obra negra.
En una de las veces que el gobernador Miguel Márquez asistió al mercado municipal Miguel Hidalgo, los tablajeros le expusieron que volviera a retomar la construcción del recinto para instalar el rastro; posteriormente mandó decir a un tablajero que no podía invertir en el rastro porque se requería de millones de pesos, para ser tipo TIF se requiere de mucha producción.
Algunos carniceros comentaron que expusieron el tema con el ex alcalde Juan Guzmán, como ahora con Jorge Ortiz, para instalar el rastro; han sentido que sólo les “han dado el avión”.
Admiten que el Gobierno no quiere construir el rastro porque no puede generar utilidades al sacrificar las reces y cerdos que se consumen en los establecimientos.
Varios tablajeros refieren que la la población de Moroleón, así como el crecimiento de la ciudad va en aumento, por eso necesitan un lugar digno para la matanza de reces y cerdos, porque la gente compra productos cárnicos.
Existen tablajeros que matan los animales de manera clandestina, sin control alguno, donde alguien vigile la calidad de la carne. Actualmente no se sabe si la carne lleve algún tipo de control, revisión por parte de salubridad.
“En los años 70´s 80´s y 90´s, había inspectores municipales que se encargaban de la revisión de la carne en los establecimientos, si tenían sellos, procedencia y condición de salud, eso ha quedado en el olvido desde que cerró el rastro”, dijo uno de los tablajeros del mercado.
Manifiestan que hay gente que duda de la procedencia de la carne de las carnicerías, por eso deciden comprar en tiendas de autoservicio, eso les ha pegado al bajar la clientela.
Al detalle:
“”Los alcaldes toman el tema del rastro lo toman como bandera política durante las elecciones, cuando ganan se olvidan de ello”, tablajero.