“Murió Rodolfo, no murió ‘El Pana’”, con estas las palabras cerraron el homenaje a Rodolfo Rodríguez “El Pana” en la Plaza de Toros Nuevo Progreso.
Entre gritos de “viva ‘El Pana’” y “viva la fiesta”, el cuerpo del torero dio una última vuelta al ruedo, custodiado por matadores en activo y retirados, que después del recorrido lo postraron en el centro de la plaza, donde amigos y familiares compartieron unas palabras, así como oraciones para el “Brujo de Apizaco”.
“Es más que un hermano, es alguien que de verdad alternar con él era muy difícil porque tú cortabas las orejas y el rabo, y ‘El Pana’ con un capotazo nos acababa a todos. Eso es un don que Dios le dio”, confesó Alfonso Hernández “Algabeño”, amigo cercano al “Pana” y a su familia.
El cuerpo del diestro que contaba con 64 años de edad será trasladado a Apizaco, Tlaxcala, donde se celebrará una misa y un homenaje en la plaza que lleva su nombre.
El pasado primero de mayo en Ciudad Lerdo, Durango, Rodolfo Rodríguez sufrió dos fuertes revolcones, uno de ellos le produjo una cuadraplejía, que lo mantuvo primero en un hospital de Durango y posteriormente fue trasladado a Guadalajara, Jalisco, para recibir un mejor tratamiento médico, aunque desde el percance, los doctores aceptaron que había muy poco que hacer para mantenerlo con vida.
Apenas el jueves, casi un mes después del percance en Durango, el matador dejó de existir a las 18:45 horas de un infarto fulminante.
Sale a hombros
Familiares, amigos y aficionados despiden en Guadalajara a Rodolfo Rodríguez “El Pana”, quien murió tras ser embestido.