Nervios, esperanza y hasta rezos se aglutinaron ayer a las puertas de las preparatorias públicas del estado durante la aplicación del Examen Único de Evaluación de ingreso que presentaron 74 mil 300 alumnos de tercero de secundaria.

La nueva configuración que hace “única oportunidad” en el año fueron rechazadas por padres de familia, mientras que los jóvenes tienen previstas varias opciones para no perder el año escolar en caso de no conseguir un lugar. 

Desde las 7:30 de la mañana ya se podía ver a cientos de aspirantes y sus familiares afuera de los planteles de nivel medio superior, en la antesala de la prueba de cuatro horas y media.

El examen fue estructurado por el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval), que fue filtro para ocupar los casi 63 mil 200 espacios disponibles.

Los resultados de la evaluación dejarán a cerca de 11 mil estudiantes guanajuatenses fuera de las instituciones públicas.

Algunos ya con un “plan B” y otros más que tendrán que improvisar alguna manera de continuar sus estudios en alguno de los 348 planteles privados de nivel medio superior que hay en la entidad.

Varios recalcaron que no conocían la nueva modalidad de evaluación, sino hasta que iniciaron los cursos propedéuticos, por lo que la previsión de algún ahorro para poder optar por las instituciones privadas fue casi nula.

A las salidas de los planteles donde se aplicaron las pruebas los aspirantes eran saturados de volantes de las preparatorias particulares, pero como muchos los tiraban las banquetas lucían tapizadas de papeles.

Los resultados de la prueba de ayer serán dados a conocer el próximo viernes 1 de julio.

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