Tras una exitosa temporada en París, el espectáculo de artes circenses “Traces” sorprendió a cientos de personas.
El Teatro del Bicentenario recibió a la prestigiosa compañía canadiense “Les 7 doigts de la main”, la cual no sólo logró agotar todas las localidades del recinto en sus dos funciones, sino también recibió las ovaciones del público en ambas ocasiones.
Kevin, Lucas, Anne Marie, Kai, Yann, Harley y Enmeng viven en un refugio, ambientado con sillas, patinetas, tubos, balones, sofás, trapecios, telas y aros, donde la diversión se vuelven un elemento esencial para sobrevivir.
La creatividad, diversión, diplomacia, inseguridad, pasión y amor son algunas de las fortalezas y debilidades que los protagonistas deciden compartir con su público, durante 90 minutos.
Sin embargo, los artistas viven bajo la amenaza de que una catástrofe los aguarda y el tiempo se vuelve oro, por lo que tienen la esperanza de “no dejar nada sin decir ni hacer”.
Entonces los personajes muestran sus talentos a través de discursos, ilustraciones, canciones, juegos, danza y acrobacias de alto riesgo.
“Traces” combina experiencias humanas con destrezas circenses de apariencia inhumana, logrando mostrar el cuerpo como una pieza llena de energía y habilidades ocultas.
Las directoras Shana Carroll y Gypsy Snider, quienes han colaborado en presentaciones de los premios Oscar, la Escuela Nacional de Circo de Montreal y el Cirque du Soleil, cautivaron a su público con el montaje que se ha logrado posicionar como uno de los mejores a nivel mundial.