Don Salvador Sánchez Negrete, precursor de la industria del calzado en León, falleció a la edad de 90 años.
En 1939 fundó Calzado Chavita, para los niños; años después diversificó la producción e inició la fabricación de zapato industrial con la marca Berrendo.
Su aportación a los procesos de confección de calzado fue muy importante en los años en los que se fabricaba de manera artesanal. 
No obstante, a sus hijos les gusta destacar sus cualidades como ser humano, como papá.
“Fue un hombre recto y con una familia grande a la que supo educar y conducir muy bien”, expresó Norma, una de sus 11 hijos.
El empresario nació el 28 de diciembre de 1925; sus papás fueron Salvador Sánchez Gómez y Agripina Negrete Cervantes. Solamente tuvo una hermana, María del Carmen, quien murió hace unos 50 años.
A sus 26 años, don Salvador se casó con la regiomontana Ninfa Romero Morales y vivieron juntos 60 años, hasta la muerte de ella el 29 de marzo de 2011.  
Tuvieron 11 hijos: Salvador, Javier Alejandro, María de Lourdes, Ninfa, Norma, Raúl, Lucy, Ruth, Alfonso, Silvia y Alfredo.
El fundador de Calzado Chavita y Berrendo, conoció a 27 nietos, 14 bisnietos y un tataranieto. 
Al cumplir 58 años de edad, don Salvador dejó los negocios bajo la dirección de sus hijos pero continuaba al pendiente de que todo marchara bien y mantuvo el cargo de Presidente del Consejo. 
“Aquí están las llaves, ciérralo o continúa con él, fueron las palabras que me dijo mi papá y yo acepté continuar. Fue una gran responsabilidad porque me advirtió: Recuerda que es un negocio familiar, acuérdate que tú eres el mayor de 11 hermanos”, recordó el primogénito también llamado Salvador, quien actualmente dirige la empresa.
“Él era un excelente empresario, pero su principal empeño siempre fue su familia, siempre estuvo preocupado por ella, siempre al pendiente de cómo estaba cada uno de los integrantes, después ya no sólo nos preguntaba cómo iba el negocio sino también la cuestión familiar”, compartió Salvador. 
Perteneció por muchos años al Movimiento Familiar Cristiano, fue presidente del Club Cinegético Leonés. Le apasionaba el deporte, tanto que durante 80 años practicó tenis en el Club Punto Verde. 
Dejó de hacerlo hasta que murió su compadre y amigo de toda la vida, Enrique García Plascencia, de Calzado Coloso.  
Gustaba de la cacería de pluma y la pesca; fue varias veces campeón de tiro. 
Gracias a su caracter alegre, bromista, ocurrente y sencillo, estaba rodeado de amigos. 
Su partida fue inesperada.

›› Lo recuerdan con cariño

El sector calzado perdió a uno de sus representantes más significativos, a quien hace 70 años inició un sueño que hoy se ve reflejado en el éxito de su marca.
Pero no sólo en eso, sino también en una familia trabajando en un mismo lugar y con una misma meta.
Salvador Sánchez Negrete, fundador de Botas Berrendo, será recordado como un hombre de gran servicio, humildad y sobretodo conocimiento del calzado.
“Don Chava”, como le decían de cariño, dedicó su vida al trabajo y la familia; inició con Calzado Chavita, haciendo calzado infantil y después bota de uso industrial y de trabajo.
Realizó grandes cosas en el ámbito personal y laboral, pero era discreto y dejaba que su trabajo hablara por él.
Jesús Vázquez García, director de Grupo Vavito, lo conoció desde muy pequeño, pues eran vecinos.
Lo recuerda como un hombre honorable, que fue respetuoso y se ganó el respeto de la gente; dijo que también transmitió a sus hijos y nietos el amor por el trabajo.
“Conocí a su papá, el señor Salvador, tengo un recuerdo extraordinario, fue un hombre bueno que nos dejó grandes ejemplos de hacer las cosas bien, sus productos siempre se distinguieron por su calidad. Era un hombre conocedor de la técnica zapatera, probablemente heredada de su padre”, narró.
Pero lo importante a destacar de don Salvador, dijo, no es lo que hizo en lo económico sino en lo humano.
“Tuve el gusto de conocerlo bien y no sólo yo, sino toda mi familia, desde mis padres. Lo apreciábamos mucho, a él y a su esposa, un hombre verdaderamente recto; nos deja un recuerdo y un ejemplo muy bonito. Trascendió porque siempre trabajó con su familia”, finalizó.
Conocía a mucha gente, pues era muy amigable y con gran sentido del humor; además le gustaba ayudar y mantenía gran relación con sus empleados.
Juan Carlos Navarro, director de Curtidos Bengala, ha tenido con la familia Sánchez una relación comercial pero sobretodo de amistad durante más de 30 años. 
“Dejó la trayectoria de ser un empresario ejemplar, él era muy cercano a sus trabajadores, convivía mucho con la gente, los motivaba y decía que su mejor activo era su gente”, comentó.
En sus ratos libres gustaba de pescar y salir de cacería, viajar y estar con su familia.
“Le gustaba mucho la pesca y viajar, disfrutaba la vida a su manera y le gustaba tener muchos amigos”, añadió.
Rubén Cabrera, director de botas Vaqueras; conoció a don Salvador mediante su hijo Salvador y su nieto, quien también lleva el mismo nombre, y sabe de la calidez humana que tenía por la admiración que su familia siempre le profesó.
“Dio un gran ejemplo a seguir tanto empresarial como de manera personal, y es admirable cómo la empresa que fundó se ha mantenido con tanto éxito a través de las generaciones”, aplaudió.
Don Salvador Sánchez dejó grandes lecciones aprendidas a la industria más representativa de León y demostró que se puede trabajar en equipo.
Ahora su vida y recuerdo será ejemplo de emprendimiento para las nuevas generaciones.

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