Luego del revés electoral que sufrió el PRI en las elecciones estatales del domingo, especialistas en asuntos electorales coincidieron en que los votantes castigaron al tricolor, al Presidente Enrique Peña y a los malos Gobernadores.

“Esos resultados tienen en común algo: vuelven a mostrarnos el valor del voto y el valor de las elecciones ahora que muchos decepcionados se preguntan de qué sirve votar. Pues hoy más que nunca vemos el significado de lo que se llama voto de castigo”, señaló Jorge Alcocer.

Se castigó, indicó, a los gobiernos señalados como corruptos e ineficaces por los electores.

Para Eduardo Huchim, el voto de castigo para los gobernantes acusados de corrupción fue muy claro.

“El PRI se enfrentó a un descrédito ante el electorado no solo de sus gobiernos, sino también de la Administración del Presidente Peña, a los que se acusa de corrupción, autoritarismo y malos resultados”, dijo el ex consejero electoral del IEDF.

Para Jacqueline Peschard, ex comisionada presidenta del INAI y ex consejera del IFE, dijo que la ciudadanía, en el hartazgo, se impuso el voto de castigo envuelta.

“(El PRI) es un partido que salió mal valorado en general. Toda la perspectiva de que se quedarían con nueve gubernaturas, pues se cayó. Es un reclamo contra el PRI”.

Felipe de la O, coordinador del Centro de Estudios de Opinión Pública de la UNAM, aseguró que el proceso electoral demuestra que, con todas sus deficiencias, sí es posible lograr la alternancia.

“Nuestro sistema democrático sí nos permite castigar a los malos gobernantes”, señaló.

El presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, reconoció que su partido debe hacer caso de la mala fama que van acumulando los Gobernadores por casos de corrupción.

“Tenemos que hacer caso de las famas públicas que se van acuñando en algunas entidades o a nivel nacional, sobre aspectos de corrupción y tenemos que evitarlo.

“Tenemos en el ambiente un desgaste por malos gobiernos, acciones o políticas equivocadas”, dijo en entrevista radial con Denise Maerker.

 

 

›› El PRI se enfrentó a un descrédito ante el electorado, no solo de sus gobiernos, sino también de la Administración del Presidente Peña, a los que se acusa de corrupción, autoritarismo y malos resultados.‹‹

Eduardo Huchim, ex consejero electoral del IEDF

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