Dos ataques suicidas dentro y en las afueras de la capital iraquí, Bagdad, dejaron hoy al menos 31 muertos y docenas de heridos más, según funcionarios.
El más grave se registró en una zona comercial de un barrio de mayoría chií de la ciudad, Nuevo Bagdad, en el que al menos 19 civiles perdieron la vida y otras 46 personas sufrieron heridas.
Un hombre perpetró el ataque con un cinturón de explosivos adosado al cuerpo, que detonó cerca de la entrada de las instalaciones militares.
Otro suicida estrelló un auto cargado de explosivos contra un puesto de control del ejército de Irak al norte de la capital, causando al menos 12 muertos, según oficiales. Entre los fallecidos en la localidad de Taji, a unos 20 kilómetros al norte de Bagdad, había siete civiles y cinco soldados. Hay al menos 32 personas heridas más.
El grupo extremista Estado Islámico reivindicó la autoría del ataque de Nuevo Bagdad a través de un comunicado publicado en Internet, que explicó que su objetivo eran los miembros de una milicia chií. Más tarde se atribuyó la responsabilidad por el atentado de Taji a través de otra nota difundida por el mismo medio, apuntando que en esta ocasión el blanco eran los soldados.
Los comunicados se publicaron en un cibersitio insurgente que suelen emplear los extremistas.