Omar Mateen habló cuatro veces por teléfono con la policía durante su asalto a la discoteca gay de Orlando, en la que mató a 49 personas.
El FBI divulgó ayer una transcripción parcial de esas llamadas que permiten conocer mejor qué sucedió exactamente en las tres horas que duró el que sería el peor tiroteo múltiple de la historia de Estados Unidos.
El atacante, según las comunicaciones de radio, sólo abrió fuego al inicio del tiroteo.
En las llamadas, Mateen, un estadounidense de origen afgano de 29 años que murió abatido por la policía, habló árabe e inglés y se presentó como un soldado islámico.
Justificó su actuación como respuesta a los bombardeos estadounidenses contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en Irak y Siria. Amenazó con más ataques y con colocar explosivos a rehenes y hacer estallar unas bombas que dijo tenía en su coche. La policía no encontró explosivos ni dentro ni fuera del club Pulse.
Las autoridades consideran que Mateen, que juró lealtad al ISIS, tenía un trastorno mental y no actuó dirigido por ningún grupo terrorista extranjero, sino que se radicalizó en EU. En las llamadas, habló de una manera “escalofriante, calmada e intencionada”, según explicó en una rueda de prensa el agente del FBI Ron Hopper.
Para evitar fines propagandísticos, el FBI ha decidido no divulgar el sonido de la llamada, ni las que hicieron algunas personas que estaban en el club. En la transcripción inicial, también omitió el nombre del tirador y del grupo del que se declaró seguidor, que era el ISIS. Pero tras recibir críticas por los detalles ocultados, la agencia difundió una transcripción completa de la primera llamada de Mateen.