Más de mil alumnos de la colonia San José del Potrero se arriesgan de sufrir un accidente al cruzar dos puentes de metal viejo, con estructuras fracturadas, oxidadas e incompletas.
Los puentes fueron colocados hace 20 años para que los estudiantes del kínder Franscisco Márquez, de la primaria Albino García y de la telesecundaria 373 no batallaran al cruzar el río; anteriormente, según los vecinos, colocaban tablas de madera o bajaban a sus niños por el río para que no perdieran clases, o bien rodeaban las calles para no sufrir un percance.
El problema es que estos puentes, aparte de que son peligrosos porque a cada rato se les rompen piezas y se tambalean, son muy angostos e insuficientes, y en vez de escaleras tienen pedazos de madera, señaló María Luisa Rocha, madre de estudiante.
Además, en temporada de lluvias es aún más peligroso porque las estructuras son resbalosas y los pasamanos no protegen de caídas, a pesar de que han sido parchados una y otra vez.
Para no cargarle tanto peso ni saturar los pequeños puentes viejos, las maestras y los directores dan órdenes a los padres de que esperen a sus hijos pasando el puente, es decir, por el lado del bulevar Alonso de Torres, no en la puerta como acostumbran algunos; asimismo, los papás se turnan haciendo guardia para que respeten la disposición.
“La mayoría de los niños cruzan solos y están aprendiendo normas de convivencia de que tienen que pasar caminando y tranquilos. La educación ha ganado poquito con algunas familias, con otras todavía hay resistencia”, platicó una mamá.
Los directivos de las escuelas, el comité de colonos y los padres de familia han llevado en tres ocasiones solicitudes al Municipio para que les coloquen un puente de cemento. Hasta la fecha no ha habido respuesta a las peticiones.
“Cuando el gobernador Miguel Márquez y la ex presidenta municipal Bárbara Botello estaban en campaña nos pidieron el voto a cambio de que nos arreglaran los puentes, pero se les ha olvidado”, acusó Remedio Ortíz.
Por otra parte, piden a la Policía Municipal hacer rondines a la hora de la salida porque la mamás se han percatado de personas que se acercan a niños sin que sean parte de su familia.