Tanto para Ana Karen (de 18 años), como Patricia Elizabeth (de 26 años) las revisiones que se dieron este domingo por parte de guardias del Cereso de Irapuato fueron vejatorias a sus derechos, pues a ambas las desnudaron y a Ana Karen una de las guardias la tocó en la vagina.
Como cada semana, ambas mujeres se acercaron hacia este lugar con la intención de visitar a familiares que por diversos motivos están presos en el Cereso de Irapuato, sin embargo no contaban con que este día ambas sufrirían una humillación de partes de las guardias.
“Cuando llegue a la revisión, la guardia me dijo que me quitara la blusa y luego el sostén, eso siempre lo hacen, pero cuando me dijo que me quitara el pantalón y la pantaleta, le dije que me pasara mi otra ropa, pues siempre que uno pasa la revisión se quita la ropa y cuando la revisan se la vuelve a poner uno y ya luego se quita lo demás; pero ella me dijo que no, que me quitara el pantalón y la pantaleta y cuando lo hice y quede desnuda, la guardia me agarró y metió su mano en mi vagina, lo cual no debe de hacer y eso me hizo llorar ante la impotencia de no poder hacer nada”, declaró Ana Karen.
Estas revisiones de desnudar a las mujeres que van visitar a un familiar al Cereso, siempre se han manejado; sin embargo, las denunciantes comentan que ahora las guardias han comenzado a tocarlas y hacerlas hacer sentadillas cuando están desnudas.
“A mí también una de las guardias quiso tocarme, pero yo no me deje, y le dije que si me tocaba iba a poner una queja, y lo único que me dijo fue que hiciera entonces sentadillas para ver si no traía algo, pero como tampoco las hice, pues ella se agachó lo más que pudo para ver mi vagina, y es que uno por entrar a ver a su familiar aguanta mucho, pero esto creo que ya es mucho, porque una se siente mal cuando les hacen estas cosas”, comentó Patricia Elizabeth.
Aún cuando se presentó el día de ayer un suceso donde una visitante intentó introducir 75 gramos de mariguana al Cereso de Irapuato, las mujeres que regularmente acuden a las visitas los fines de semana sienten que desnudarlas, y ahora tocarlas, no son formas normales de revisión, pues esto atenta a sus dignidad como personas y sus derechos.
“La verdad yo vine a visitar a mi hermano y cuando salí llorando, él me dijo que las revisiones eran así y que no le tomara importancia, pero creo está mal porque nosotros también tenemos derechos y ya desnudándonos nos da pena, ahora que nos toquen es feo porque se siente una indefensa ante este abuso de autoridad”, comentó Ana Karen.
Ante los excesos que se comenten en la revisión de las mujeres al visitar a familiares en el Cereso de Irapuato, estas mujeres piden que las autoridades busquen formas menos vejatorias para revisarlas, pues desnudarlas, hacerles hacer sentadillas y tocarlas son acciones que las hacen sentir denigradas.
 

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