Para la firma líder mundial en refrescos, no todo es mantener en resguardo su fórmula secreta y seguir aumentando sus números de producción a cada segundo, sino también apostar por crear una serie de acciones como parte de su rostro social.
En congruencia con su imagen, la empresa Coca-Cola Femsa está trabajando por integrar más acciones en el tema de la sustentabilidad.
José Francisco Martínez, gerente de Sustentabilidad de Coca-Cola Femsa, en visita a León, compartió unos minutos con Valor Agregado para platicar sobre ese otro rostro social, que pocas veces conocemos de la marca líder en refrescos a nivel mundial.
El ejecutivo destacó que la meta que tiene la compañía para el año 2020, es el que el 85% de la energía eléctrica que consumen, sea renovable.
“Vamos alrededor del 20%, a través de la compra de energía eléctrica de parques eólicos”.
Tres ejes sustentables
La embotelladora trabaja la sustentabilidad sobre tres ejes: agua, energía y residuos y reciclaje. “Buscamos alternativas de mejora, en el rendimiento del uso de agua por litro de bebida”, explica.
El consumo de energía eléctrica está dentro de sus programas de eficiencia trabaja desde los centros productivos. Las plantas, los centros de distribución, el edificio corporativo está certificado como LEAD, un edificio completamente sostenible.
Los temas no solo quedan en la energía eléctrica, además están trabajando en esquemas de movilidad sostenible, con nuevas tecnologías que puedan utilizar en el reparto.
En ese tema proyectan vehículos eléctricos, con menor impacto al ambiente, vehículos híbridos, con biodiésel; así como mejores rutas y horarios de distribución, para no incidir en problemas de tránsito, siendo ésta una estrategia para la auto movilidad sostenible.
Todas sus plantas cubren el tratamiento de aguas residuales, que se trabajan ya sea con plantas propias o de los municipios cercanos; además de recuperación en los sistemas de lavado, se reutiliza el agua para el riego de áreas verdes.
Las plantas de la compañía en México están al 98% en temas de residuos y reciclaje. Reciclan todos sus residuos, por lo que no los envían al relleno sanitario.
Los lodos de las plantas de tratamiento se mandan a quema en hornos cementeros, las llantas que utilizan. “Todo el PET se recicla, el 25% de los productos que fabricamos son de envases reciclados”, explica el ejecutivo.
Las botellas de vidrio son 100% recicladas y la tendencia que busca la refresquera es usar menos pet virgen y más pet reciclado.
Reciclaje incluyente
Además, son parte de la Industria Mexicana de Reciclaje (IMER), la primera recicladora a nivel Latinoamérica que hizo grado alimenticio junto con PetStar han creado alianzas.
En conjunto tiene programas con escuelas, donde se capacita a los niños para generar la cultura del reciclaje.
“Se apoya a las escuelas entregando un contenedor, la empresa recicladora recoge el material y les paga por el kilo de pet, o aluminio reciclado”.
De momento trabajan en un proyecto, llamado de abastecimiento sostenible, en el que trabajan con acopiadores.
Están buscando que sus proveedores trabajen en aumentar su productividad “reciclaje inclusivo”, con pepenadores en rellenos sanitarios.
“Hay un proyecto piloto para probarlo en Oaxaca, replicarlo en el resto de la República”.
A través de organizaciones de la sociedad civil, buscan apoyar en captación de agua, acopio de residuos, y que éstos no lleguen al relleno; el modelo de este proyecto se está evaluando.
Actualmente regresan al medio ambiente más del 100% del agua que usan, con programas de reforestación, ollas captadoras de agua, cisternas comunitarias y bebederos públicos en escuelas.
Creando alianzas
Para ser eficiente en sus proyectos, están migrando su forma de trabajo.
“No crear tantos proyectos, sino crear alianzas, todos los problemas los queremos atacar causa/raíz, y no vamos a poder hacerlo solos”.
El modelo ahora es un vínculo entre gobierno, organización civil, e iniciativa privada, crear sinergias, buscando asociaciones civiles que trabajen los temas que les interesan, como captación de lluvia, reciclaje inclusivo, estilos de vida saludables, nutrición.
Como un ejemplo de los programas aplicados en el día a día, el directivo habló de la influencia que tienen estos programas en sus colaboradores.
Buscan promover el uso de las escaleras en lugar del elevador, la activación diaria y reuniones caminadas, mediante campañas internas.
“Eso termina siendo reflejado cuando hacemos programas de responsabilidad social, como reforestación, limpieza de cuerpos de agua. Cuando traen a la familia, vemos ese reflejo de la activación física cómo cambia la cultura del colaborador hacia su familia y a la comunidad”.
Ante la pregunta sobre lo que considera su compañía que le falta para seguir en el proyecto de sustentabilidad el ejecuivo afirma que requieren sumar más aliados, crear alianzas para hacer efectos multiplicadores.
Aliarse con gente que antes no veían, hacer sinergia con personas que antes consideraban no relevantes, y que hoy ven la necesidad de sumar a todos los participantes.
Buscan atacar los problemas de manera sistémica, no solamente unilateral. Si es un tema de agua no solo es eso, es desarrollo comunitario, salud y nutrición.