El EI asumió ayer el ataque cometido el lunes en un tren en Alemania por un joven afgano de 17 años, quien entró a Alemania como refugiado.
Hirió en un tren en el sur del país a cuatro pasajeros, tres de ellos de gravedad. El atacante guardaba en su habitación un dibujo de una bandera del Estado Islámico. El joven murió a manos de la policía cuando trató de escapar.
El Estado Islámico aseguró que el joven era uno de sus combatientes, llamados a responder a los países que combaten el terrorismo en Siria e Irak, según publicó la agencia Amaq, ligada al grupo. Sin embargo, el ministro del interior alemán declaró que no hay indicios de que el agresor tuviera una relación directa con el ISIS, sino que pudo haberse radicalizado recientemente.
El agresor era un afgano de 17 años que llegó hace poco a Alemania, donde entró sin familia como solicitante de asilo. (