“Los senos se caen por amamantar”, “Necesito tomar cerveza para producir leche”, “La lactancia es muy demandante”… Estos son algunos de los mitos en torno a la lactancia materna.
La Semana Mundial de la Lactancia Materna, celebrada del 1 al día de hoy, es auspiciada por la Alianza Mundial pro Lactancia Materna (WABA), que es una alianza mundial de redes y organizaciones que protegen, promueven y apoyan la lactancia materna, y que tiene status consultivo con UNICEF y con el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (ECOSOC).
En León, Miriam del Toral forma parte de la Alianza por el Parto y la Lactancia Materna, una red que se formó hace un año para apoyar a las mujeres en esta etapa de su vida.
En entrevista con am, la experta citó mitos y realidades sobre la primera relación de la madre con su bebé.
“Los -mitos- más comunes son que la mamá duda si va a poder amamantar. Es como preguntarte si vas a poder respirar, cuando es un proceso totalmente natural. La otra es que si tienen césarea no les va a bajar la leche, ¡Claro! Sólo necesitas tener a tu bebé en una postura correcta. Otro -mito- es el tamaño de los senos, el pecho de cualquier tamaño puede amamantar; lo que puede obstaculizar son algunos problemas hormonales, pero te puedo decir que hay un 5 por ciento de la población mundial que no puede, el resto puede hacerlo normalmente.
“Otro -mito- es que hay ciertos alimentos que favorecen la lactancia, como por ejemplo tomar mucha leche, atoles o cervezas, tampoco es necesario, con que te hidrates con dos litros de agua al día y una alimentación adecuada, es suficiente”, informó.
Existe un miedo que invade a la mayoría de las mujeres, y es la caída del busto, provocado por amamantar.
“Los pechos se caen por la edad y gravedad, con el tiempo, eso es de ejercitamiento. No con amamantar. Tampoco a las mamás que traen implantes se les caen. Otro -mito- es que duele y hay que aguantarse, una lactancia correcta no duele y por el contrario genera oxitocina, la hormona del amor, que nos hace sentir placer”, aclaró.
Según Miriam, la primera media hora después del alumbramiento, es vital para establecer una lactancia exitosa.
“Lo primero que se hace en las unidades de salud es separar al bebé de su mamá. La primera media hora debe estar con su mamá, para que el bebé realice su agarre espontáneo, ya si es necesario que el bebé tenga que separarse de su mamá por problemas de salud, es otro asunto”, lamentó.
Buscar asesoría es vital
Uno de los llamados constantes, es contar con personal médico capacitado para asesorar a las mamás.
“De preferencia que acudan con una asesora en lactancia. Tenemos la preparación para definir, en caso de que haya heridas, qué la está causando, si un mal agarre o la posición de la boca del bebé”, agregó.
El grupo de apoyo liderado por Miriam se puede encontrar en Facebook con el nombre “Fuente de vida”. Como equipo, brindan asesoría al sector salud en la Unidad UMAE 48 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Tenemos sesión el último sábado de cada mes. Tratamos de acompañar a las mamás que tengan alguna duda acerca de la lactancia o simplemente para compartir las experiencias y de esta manera no se sientan solas. La lactancia es un tema de índole emocional, cuando tú sabes que estás con otras personas que tienen las mismas inquietudes, que han pasado por cosas similares, entonces te fortaleces, eso es lo que hacemos en el grupo de apoyo y esto que hacemos es de manera honoraria”, añadió.
Pero, ¿cómo alimentar al bebé exitosamente?
Iziar Lugo y su pequeña Ruth, son dos ejemplos de una lactancia exitosa. Pero al principio sufrió al darle amor a su bebé.
“Di a luz en el Hospital Materno Infantil y como sabes en los Hospitales Públicos promueven la lactancia materna. Cuando me alivié, (por cesárea) casi enseguida, mi bebé empezó a tener mucha hambre y yo no sabía cómo hacerlo, aparte que estaba muy dormida por la anestesia. Las enfermeras le tuvieron que dar fórmula, pero ahora que pienso en retrospectiva, es algo que no me hubiese gustado que sucediera, ya estando en la sala con las demás señoras, las enfermeras me decían que amamantara a mi bebé, pero nadie me decía cómo hacerlo, no se ponen a pensar en las primerizas.
“Yo crecí viendo amamantar a mis hermanas, pero eso no significa que sepas cómo hacerlo.
“En el Hospital estuve a punto del llanto porque no sabía cómo amamantar a Ruth. Mi intuición fue pegarla al pecho. Ya después llegó una enfermera que me ayudó, me vio bien desesperada y me dijo: ‘Mira, así se hace’. Ella fue la que me enseñó cómo estimularme para que saliera el calostro”, platicó en entrevista con am.
Las primeras semanas fueron difíciles para ambas, debido a una mala técnica de agarre.
“Se me agrietaron los pezones, me sangraron, fue una experiencia bastante horrible y estuve a punto de desistir y darle fórmula. Pero, estoy consciente de todos los beneficios que contrae la lactancia materna, además de ser una práctica sustentable y ecológica.
“Para ese tiempo, empecé a escribirles al grupo de Lactancia en León y todas me decían que tenía que ir con una asesora de lactancia, yo estaba recién parida, no me podía mover y mi economía no me permitía acudir con una asesora, entonces yo solita me la pasé viendo en YouTube y fue así como pude establecer la lactancia”, afirmó.
Al igual que algunos grupos sociales, Iziar hizo un llamado a establecer grupos de asesores en los centros de salud públicos.
“Hace poco escribí al Seguro Popular que era necesario que en los Centros de Salud existieran asesoras de lactancia, porque hay muchísimos mitos alrededor. Mitos muy muy absurdos, que provocan que las mamás abandonen la lactancia y eso es muy peligroso, porque la leche materna es muy importante para los bebés al menos en los primeros seis meses.
“Yo me he tenido que chutar los mitos de muchísma gente entrometida, que ve con malos ojos que amamantemos en público. De repente si es molesto que estando en la calle hay hombres que se tocan sus partes íntimas mientras te ven amamantar”, platicó.