Una casa icónica para un tipo que quiere parecer común. Daren Metropoulos es el nuevo dueño de la mansión en Los Ángeles del fundador de Playboy, Hugh Hefner. El lugar donde las conejitas campaban ligeras de ropa entre bandejas llenas de copas de champán se prepara para cambiar por completo.

Metropoulos se considera un tipo normal, un exponente de la clase media estadounidense, amante de la cerveza en lata y los aperitivos que dejan los dedos grasientos. La diferencia con los demás está en que la bebida, la pasta precocinada y los bocaditos de atún forman parte de su fortuna. 

La popular marca estadounidense de cerveza PBR (Pabst Blue Ribbon), las conservas de pescado Bumble Bee y Chef Boyardee, que hace comida de inspiración italiana en lata, son las estrellas de su catálogo de inversiones. 

La última: una participación en el famoso chocolate de San Francisco Ghirardelli. Además, a Metropoulos, de origen griego como delata su apellido, se le conoce por salvar a un icono de Estados Unidos, los Twinkies. 

De entre todas, PBR ha sido clave para poder hacerse con la mansión. Vendió la marca por 13 mil millones de pesos hace dos años, cas 10 mil 500 millones más de lo que pagó por ella en 2010.

El nuevo inquilino de la casa Playboy, un soltero de 32 años y sin hijos, pagó 1 975 millones de pesos por la propiedad en Beverly Hills —el precio inicial era de3 mil 744 millones—. Él será el nuevo vecino de Taylor Swift y Sylvester Stallone. Aunque su vida no es tan escandalosa como la del fundador de la revista, que a sus 90 años está casado con una de las modelos de su publicación 60 años más joven que él, tampoco se queda corto. En 2009 tuvo una trifulca con su novia, Dalene Kurtis, entonces modelo de revistas. La web especializada en cotilleos de famosos TMZ se hizo eco de un intento de agresión con un bate de béisbol. Metropoulos negó los hechos y en su defensa alegó que a ella lo que le movía era el dinero. Le pedía casi 190 millones de pesos, pero terminó por retirar la demanda.

A pesar de la compra, Hefner ha llegado a un acuerdo para seguir viviendo en la propiedad con su esposa. Metropoulos la usará de vez en cuando con fines lúdicos. 

Pamela Anderson, vecina y una de las habituales de la mansión, explicó a Los Angeles Times hace dos meses que para ella la casa era como su universidad: “Llena de intelectuales, sexo, rock and roll, arte… Todo lo importante estaba ahí”, confesó la rubia, que apareció hasta en 14 ocasiones en la portada de Playboy. 

El inmueble de piedra de inspiración gótica fue erigido en 1927 en el número 10.236 de la calle Charing Cross. No fue hasta 44 años más tarde cuando Hefner la adquirió por 1,1 millones de dólares. 

Además de sus 29 habitaciones, varias cocinas, una sala de juegos, una bodega y una sala de cine, existen dos rarezas: un órgano y una licencia de zoo, lo que la convierte en una de las escasas propiedades de California con este privilegio.

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