Hace Márquez una fiesta de cada evento

De cada evento social, el gobernador Miguel Márquez Márquez hace fiesta. Ayer no dudó en sonreír, caminar al ritmo de la tambora y al mismo tiempo afirmar que “le quedan dos añitos” de mucho trabajo.
En una inauguración de obra, en donde había más líderes sociales, representantes populares, dirigentes de uniones de comerciantes, líderes de productores agrícolas, campesinos y funcionarios estatales y municipales, que vecinos de la colonia San Juanico donde se inauguró un parque urbano, el Gobernador nuevamente presumió las obras que realiza la Dirección de Desarrollo Social.
Con música de banda que ambientaba el lugar, el Gobernador no rechazó ningún saludo; se tomó fotografías con todos los se lo solicitaban y atendió personalmente las solicitudes de todos los que se acercaron.
Tal como andaba en tiempos de campaña, así se pasea todos los días Miguel Márquez en todos los municipios del estado. La logística es la misma.
Ayer durante su gira por Celaya, a todos sus eventos llegó retrasado, esto porque estuvo atendiendo de manera personal a los representantes de cada sector. Le pidieron obras de todo tipo, desde apoyo a la cultura y las artes, hasta silos para los productores agrícolas.
Durante su gira, más de una decena de personas le pidieron que sea Presidente de México en el 2018, pero al respecto, el gobernador Miguel Márquez no contestaba nada en concreto, sólo sonreía.
Y es que, aunque la misma gente le pregunta si quiere ser candidato a la presidencia de México o si los apoyos de las obras del Programa “Impulso Social” son parte del “espaldarazo” que se le pretende dar a su sucesor en la gubernatura, Miguel Márquez sólo bromeaba e invitaba a los ciudadanos a que trabajen junto con él para tener un mejor Estado.
Ayer durante la inauguración de una cancha, Miguel Márquez hasta se dio tiempo de jugar un partido de futbol contra niños de unos 10 años, en el cual el Mandatario estatal se lució con un gol; mientras que el presidente Ramón Lemus sólo les gritaba a sus compañeros que corrieran y taparan la portería, pero él no corría mucho.