Las imágenes muestran una historia que parte el corazón: el ataque del zika contra el cerebro de los bebés visto desde dentro.
Un estudio hecho público ahora muestra un catálogo macabro de escáneres cerebrales y resonancias, la devastación en el cuerpo de 45 bebés nacidos de madres infectadas de zika durante el embarazo. El estudio, publicado el martes en la revista Radiology, es la serie más exhaustiva de imágenes de este tipo hecha hasta el momento y revela la acción de un virus que ataca más allá de la microcefalia, una enfermedad caracterizada por cabezas demasiado pequeñas que se ha convertido en la firma siniestra del zika.
La mayoría de los bebés del estudio nacieron con microcefalia pero muchos sufrieron también otro tipo de discapacidades, entre las que se incluye otro tipo de daños cerebrales: en el cuerpo calloso, que coordina los hemisferios del cerebro y juega un papel importante en el movimiento, el equilibrio y el habla y los ganglios basales, relacionados con el pensamiento y las emociones.
“No se trata solo de un cerebro pequeño, hay muchos más daños”, dijo la doctora Deborah Levine, una de las autoras del estudio y profesora de radiología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard. “Las deformaciones que hemos visto en el cerebro sugieren una interrupción temprana del proceso de desarrollo de cerebro”.
Lo descubierto también ha despertado la preocupación sobre el modo en que los bebés nacidos con estos problemas pueden desarrollarlos aún más, en la forma de daños cerebrales, a medida que crezcan. Por ejemplo, casi todos los bebés estudiados tenían daños en el córtex, neuronas que no habían llegado a su lugar de ubicación en el cerebro o grumos de calcio. Como el córtex sigue creciendo tras el nacimiento, Levine dijo que están “preocupados por casos intermedios que aún no conocemos y bebés a los que tenemos que dar seguimiento para saber si tienen deformaciones corticales”.
Las imágenes de este estudio pertenecen a 17 bebés nacidos de mujeres con zika confirmado durante el embarazo y de 28 sin prueba científica pero con síntomas de zika. Levine ha trabajado con colegas brasileños, un País que ha registrado más de mil 800 casos de microcefalia relacionada con el zika. Han analizado exámenes provenientes del Instituto de Pesquisa en Paraiba,en el norte del País. Tres de los bebés murieron en los primeros tres días de vida y los investigadores trabajaron sobre sus autopsias. En las imágenes hay escáneres de dos gemelas que desarrollaron microcefalia. Las imágenes muestran también pliegues de piel y partes frontales del cerebro dañadas. Cerebros no solo de menor tamaño sino con desarrollo defectuoso.
Los investigadores dijeron que hacen públicas las imágenes para que médicos de todo el mundo se hagan una idea de lo que tienen que buscar en los cerebros de los fetos y los recién nacidos afectados por el virus.
El estudio sugiere que el zika es un enemigo fuerte, que golpea de varios modos diferentes. Levine, que dirige el Departamento de Ecografía Obstétrica y Ginecológica del centro médico Beth Israel Deaconess, habla de un ataque en tres momentos.
El virus hace que partes del cerebro no se formen correctamente. Causa obstrucción, sobre todo porque los ventrículos o cavidades cerebrales están tan llenos de líquido que “explotan como un balón”. Y destruye partes del cerebro después de que se haya formado. “El cerebro que debía estar ahí, no está”.
Uno de los bebés del estudio no tenía el tamaño de la cabeza que permite diagnosticar microcefalia. pero eso, según Levine, se debe a que los ventrículos están llenos de fluido espinal que no puede drenarse.
“Los ventrículos han explotado y han hecho que el cerebro aumente”, dijo.
Los escáneres cerebrales, hechos a partir de la semana 36 de embarazo y un día después del nacimiento muestran que hay tanto líquido que “parece que hay poco tejido cerebral dentro del cráneo”. En la parte de arriba de la cabeza hay pliegues que muestran que la cabeza fue mayor o que la piel continuó creciendo cuando se detuvo la cabeza.
“Hay demasiada piel para el tamaño de la cabeza”, dijo Levine.
Lo que va a suceder cuando se desarrollen estos niños no está claro. Los ventrículos, dijo, “pueden explotar como un globo”, y si lo hacen, “el cerebro colapsa sobre sí mismo”.
Uno de los vídeos muestra una serie de escáneres del cerebro del mismo bebé tomadas un día después del nacimiento. Es como un viaje por el cerebro desde arriba hasta abajo, según Levine. A los tres segundos de comenzar el video, las imágenes muestran una cabeza con los ventrículos tan llenos de fluido que es difícil ver muestras de cualquier otra cosa en el cerebro.
Las gemelas incluidas en el estudio desarrollaron microcefalia. Aunque en algunos de los casos uno de los gemelos desarrollaría la enfermedad y otro no, en este caso, las gemelas tienen el mismo nivel de daño cerebral. Eso sugiere que quedaron “infectadas al mismo tiempo” dentro del vientre.
Los escáneres cerebrales de las gemelas muestran que los bebés tienen poco o nada de cuerpo calloso para que una parte de su cerebro se comunique con la otra.
“El cuerpo calloso es muy importante”, dijo Levine. “Es la estructura más grande que conecta los dos hemisferios cerebrales”.
La anormalidades en el cuerpo calloso aparecieron en 38 bebés. “En alguno de ellos estoy segura de que no fue allí”, dijo. “Eso tampoco significa que no se formara o fuera destruido”.
Imágenes muestran daños del zika
El virus afecta no solo el tamaño del cerebro sino el desarrollo de partes de ese órgano que son fundamentales para el movimiento, el equilibrio, el habla.