La iglesia ya no queda exenta de la delincuencia, pues muchos sacerdotes siguen siendo molestados con llamadas telefónicas de extorsión.
Así lo reclamó el obispo de Celaya, Benjamín Castillo Plascencia luego de que en días pasados se informara sobre el asesinato de dos sacerdotes en Veracruz, y un secuestrado en Michoacán.
Para el Obispo, no es que se tenga una persecución en contra de la iglesia, pero ni estos están exentos de la delincuencia.
“Yo pienso que ya hay una falta de respeto de veras.
“Ha llegado ahora a estos límites, me consta y han seguido habiendo amenazas para sacerdotes, lo más seguro es que venga de las cárceles”, dijo.
Castillo Plascencia comentó que estos hechos son lamentables por lo que representa un sacerdote dentro de la comunidad, pero son igual de lamentables que la muerte de cualquier otro ciudadano, los cuales ocurren casi a diario en la región.
“Urgen reformas más profundas de nuestra vida social, mientras se siga fomentando el desprecio a la vida se sigue fomentado la muerte”, comentó haciendo referencia al aborto.
Y pidió a los captores del padre Alfredo López Guillén, secuestrado en Michoacán, respetar su vida y regresarlo.
“También a estos asesinos, los invito a la conversión, los invito a cambiar, también ellos deben acogerse a la misericordia de Dios cambiando de vida”, exhortó.
“Que tratamos de ir superando estas cosas, que trabajemos de veras por vivir una fraternidad donde no se preste a abusar de los hermanos”, fue su mensaje a la feligresía

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