Vendedores de chatarra consultados por am, quienes pidieron no ser identificados, aseguraron que quienes robaron los rieles del Ferroférico tenían información privilegiada y muy probablemente no los vendieron en Celaya.
Aseguran que en los robos debió participar personal con experiencia en la construcción de vías y con capacidad para manipular los rieles que son muy pesados.
Además consideraron que no cualquiera les compraría los rieles, por los riesgos que implica.
“Es muy difícil que alguien los compre porque es un delito federal, las penas son muy severas. Quizá pudieron vender trozos de riel escondido en la chatarra, pero les darían muy poco dinero”, opinó uno de los consultados.
Los chatarreros creen que los rieles fueron vendidos a grandes acereras en otros lugares de la República y descartaron que sean usados nuevamente como rieles.
“Sí la vendieron como chatarra pero como chatarra de muy buena calidad, las acereras las funden para hacer varillas, así ya nadie sabe que eran rieles robados”, agregó.
En diciembre de 2014 el encargado de una recicladora aceptó que ese año llegaron camionetas con rieles a ofrecerles rieles pero no quisieron comprarles.
“Venían a preguntar que si les comprábamos el riel que traían, les decíamos que no y regresaban hasta mucho tiempo después, ahora casi cada mes vienen a ofrecernos ese tipo de metal a un precio menor del que se paga la chatarra” dijo otro en 2014.
Ladrones podrían vender rieles robados 76% más baratos
Los ladrones podrían haber recibido poco más de 4 millones de pesos por los 15.62 kilómetros de rieles que robaron al Ferroférico, sólo el 24.5 por ciento de lo que costaron a la SCT.
De acuerdo con una ficha técnica de la página http://www.wirthrail.com/es/product_tee.htm cada metro de riel pesa aproximadamente 67.41 kilos.
Si los rieles fueron vendidos como ‘fierro viejo’ a cuatro pesos por kilo recibieron, como máximo, 269.64 pesos por cada metro de riel.
Esto significa que los 15.62 kilómetros de rieles robados al Ferroférico fueron vendidos en 4 millones 211 mil 776 pesos, mientras que a la SCT le costaron alrededor de 17 millones 182 mil pesos.
Robaban de noche
José Santos Ramírez y José Carmen Guerrero, campesinos del Salitre enCortazar, platicaron que si bien no han presenciado un robo de rieles, tienen idea de cómo actúan los ladrones.
“¡Esos desgraciados son bien vivos!, aquí donde está el corte, en una noche todavía cuando nosotros nos fuimos estaba (la vía), otro día cuando llegamos le dije a mi hijo: ‘mira el aventón que le dieron anoche’ (el tramo largo que se robaron).
“Nos íbamos en la noche y ya amanecía el trancazo, lo que hayamos fueron como unas cinco o seis seguetas”, comentó José Santos Ramírez.
José Carmen contó cómo creen que las roban. “Ahí en el corte no más mochan un pedacito (de riel) y le hacen palanca y lo truenan, le ponen algo abajo del riel”.
“Si no han puesto esos veladores, ya se la habrían acabado. Nosotros ya no hemos visto que haya vigilancia, cuando había siempre pasaban en la tarde y en las mañanas y ya no he visto nada”, comentó.
Con sopletes y esmeril
Habitantes de otros lugares por donde pasan las vías del Ferroférico, cerca de El Llanito en Apaseo el Grande, dijeron que también habían encontrado muchas seguetas y algunos otros aseguraron que los ladrones usaban soplete para cortar los rieles.
En algunos tramos faltantes de la Línea NBA, entre el poblado del Sifón y Estancia del Llano, en Apaseo el Grande, el corte en los rieles lucía diferente a los de la Línea AM, como si fuera cortado con un esmeril o con calor, pues el acero estaba derretido,
De acuerdo a testimonios de los guardias de seguridad, recabados en 2014, los ladrones se llevaban los rieles en pedazos de tres a cinco metros.
Guardias y vecinos de la comunidad del Salitre refirieron en 2014 que eran de 10 a 15 hombres entre 20 y 35 años de edad, quienes llegaban de noche en camionetas, llevaban planta de luz, cortaban con seguetas y levantaban el riel con gato hidráulico.
Al finalizar de cortar el tramo, entre varios lo cargaban a la camioneta.
Había seguridad pero…
El 12 de diciembre del 2014, am dio a conocer que la SCT había contratado a la Empresa de Seguridad Privada Integral “Manavil” S.A. de C.V. para que cuidara las vías.
Sin embargo, de acuerdo a información solicitada por este medio a la SCT, desde inicios de 2016 nadie vigilancia.
“Por cuestiones de carácter presupuestal, este año ya no se contrató seguridad privada, por lo que se solicitó el apoyo de los municipios por los que atraviesa los tramos ya construidos del Libramiento Ferroviario de Celaya y de la Policía Federal para la vigilancia de estos tramos”, respondió la SCT.
AM recorrió más de 155 kilómetros por las vías y sus alrededores y sólo encontró un almacén cuidado por tres veladores, pero ni un guardia o policía.
El único lugar donde hay vigilancia, aunque no para cuidar de las obras del Ferroférico sino de material almacenado, es sobre la Línea NBA por el Camino a Juan Martín a la altura de Honda, donde hay un campamento que almacenan entre 100 y 200 rieles, así como otros materiales.
Don Joel, uno de los veladores, platicó que son tres personas las que trabajan en el lugar, dos por las noches y uno por el día.
“Cuando movían los rieles de aquí para instalarlos tenían que utilizar grúas, yo no sé cómo se pudieron robar tanto”, contó.