Desde el pasado 11 de febrero tres mil 500 habitantes de Ladrilleras del Refugio no han podido obtener el servicio de agua potable por conflictos en la misma comunidad.
Teresa de Jesús Monreal, delegada de Las Ladrilleras, señaló que hace algunos meses el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) les instalaría el suministro pero que la Asociación de Ladrilleros, a cargo de Carlos Frías, lo impidió porque quieren que se regularice la zona y se escriture para ellos.
“SAPAL hizo un estudio en la zona para saber las condiciones del pozo y se dieron cuenta de que ya estaba seco; y el tanque que puso la administración de Ricardo Sheffield Padilla estaba sin tapa; aparentemente tomábamos agua limpia”, dijo.
Dicho análisis arrojó que el pozo estaba seco y ya no servía, así que decidieron sellarlo para únicamente trabajar con el tanque.
“Nos iban a cobrar muy poco, 963 pesos por el contrato a pagar a 10 meses; y 115 pesos al mes por familia aproximadamente, a excepción del primer mes pues sería de prueba para que viéramos la calidad del agua”, narró.
Actualmente las familias de Las Ladrilleras pagan hasta 600 pesos a la pipa y tres camiones dan hasta tres vueltas para abastecer de agua todas las casas.
“Gastamos mucho dinero”, confesó Monreal, quien agregó que a principios de año el 50% de la comunidad no quería que entrará SAPAL pero ahora 70% de los vecinos quiere el servicio”, aseguró la delegada.
“Pero por el conflicto que hubo con la Asociación de Ladrilleros, el organismo operador ya no nos quiere atender”, lamentó.
“Hemos hablado con SAPAL pero nos dicen que están muy ocupados y nos echan cualquier mentira para no atendernos; ya mejor nos dijeron que busquemos a Desarrollo Rural y ya lo hicimos, pero sólo ven el asunto de los terrenos”, declaró.
Temen por ladrilleras
Teresa de Jesús Monreal expuso que la Asociación de Ladrilleros no quiere que entre SAPAL por temor a que les quiten las ladrilleras.
“Para que se regularice deben dejar de contaminar; ya nos habían dicho Gustavo Bravo (asesor jurídico) que las reubicarían del lado de Salamanca y que sólo era cuestión de que hablaran los Municipios, pero como ya lo ven muy cercano y están tratando de hacer todo lo posible para que se les regularice”, abundó.
Informó que 40% de las ladrilleras pertenecen a gente de León, quienes tienen a personas trabajando el ladrillo.
“Algunos de ellos trabajan sin horno y queman desechos y residuos de tenerías porque sale barato y deja más ganancia”.
“Sólo ven sus intereses, mucha gente tiene asma por culpa de los humos, me gustaría que vinieran las autoridades a las ocho de la mañana para que vieran la neblina, no se puede ni respirar”, denunció.
Dan dinero y no resuelven
La delegada acusó a la Asociación de Ladrilleros por pedir dinero a los habitantes y no arreglar el problema que tienen con la escasez de agua.
“Pidieron de 250 a 400 pesos para costear los 81 mil pesos que sale la reparación del pozo y unir la red de tubería, pero sólo juntaron 40 mil pesos porque la asociación perdió credibilidad”.
Por último, Monreal añadió que la Asociación de Ladrilleros se apoyó con la Asociación Techo, que trabaja desde hace algunos años en la comunidad, para buscar reunir la suma completa.
Gestiona organización ‘Techo’ construir un pozo
La organización civil “Techo” solicita apoyo económico de la ciudadanía para que la comunidad Ladrilleras del Refugio tenga agua potable.
“Estamos gestionando un pozo, pero se necesitan 80 mil pesos; la comunidad ya juntó 40 mil pero aún falta la otra mitad. El proyecto del pozo salió de la comunidad”, dijo Aldonza Hidalgo, coordinadora del voluntariado.
“Techo” es una organización facilitadora para las comunidades rurales conformada por jóvenes voluntarios y se encuentra a nivel Latinoamérica.
Los chavos colaboran en combatir la pobreza extrema a través de motivar e incentivar el desarrollo comunitario.
La organización en zonas irregulares del estado de Guanajuato desde hace seis años en Guanajuato.
Su labor consiste en levantar encuestas y hacer diagnósticos para después generar mesas de diálogo y que los pobladores propongan métodos viables para lograr el desarrollo de su comunidad.
Actualmente “Techo” apoya en Ladrilleras del Refugio, donde trabaja con los niños y realiza huertos urbanos con las mujeres.
“Nuestra principal preocupación es el pozo. La bomba del pozo tiene mucha potencia y está jalando residuos y tierra, y es el agua que consume la gente; la idea es cambiar la bomba por una de menor potencia para que el agua esté en buenas condiciones”, explicó Humberto Popoca, director local de “Techo”.
“Estamos juntando dinero en apoyo a la comunidad, cada habitante aportó en base a su ingreso y juntaron 40 mil pesos en lo que va del año; les ha costado mucho trabajo”, añadió.
Dijo que cuando logren recaudar el dinero pagarán a una empresa particular para que solucione el problema.