Lo que comenzó como una plática entre amigos hoy se ve consolidado con seis años de trabajo continuo; Jorge Castro y Mario López lograron lanzar al mercado calzado para dama y caballero elaborado con botellas de plástico convertidas en PET. 
Jorge Castro Ramos, egresado de Administración de Empresas por la UNIVA León y Mario López Gordillo, licenciado en Mercadotecnia por la Universidad de León, se unieron para hacer realidad su sueño de crear un calzado de materiales reciclados que trajera beneficios al medio ambiente. 
“En México se desechan 21 millones de botellas diarias, del cual sólo del 15% al 20% se recicla y precisamente en el Bajío se concentra la captación del PET”, comentó Jorge Castro. 
Jorge recuerda su infancia muy cercana a la elaboración de calzado, ya que su padre y abuelo se han dedicado desde hace varios años a esta actividad. 
“Cuando tenía ocho años comencé a involucrarme en la producción del calzado, recuerdo cómo se hacían los zapatos y el olor del pegamento era algo que me molestaba y me aseguraba que un día iba a eliminarlo”, dijo Jorge Castro. 
En el 2010 los jóvenes emprendedores empezaron con la investigación sobre materiales reciclados que pudieran utilizar en la elaboración de calzado, encontrando una gran variedad con los que realizaron pruebas. 
El primer intento fue un zapato para dama tipo balerina, con corteza de árbol y una resina que se plastifica, el diseño y la idea de talar arboles con el fin de convertirlos en zapatos no convenció a los emprendedores y desecharon esa posibilidad. 
Continuaron la búsqueda de la materia prima ideal para su proyecto y se toparon con el papel periódico ya que es un material reciclado muy común, pero a la hora de crear el calzado se trozaba y por lo tanto, no servía. 
“Tyreck” es un material de polietileno reciclable que usaron en unas muestras de calzado, con ilustración de periódico, pero Jorge y Mario prescindieron de esta opción ya que no era un material reciclado, sino de primer uso. 
En esa búsqueda decidieron innovar con la suela de su calzado, descubriendo que existía un PVC y un termoplástico en el que se podía agregar aserrín, caucho y semillas para su elaboración. 
A finales del 2013 fue cuando Mario se topó con el PET, y descubrió que ese plástico es de los más contaminantes del mundo y existe en grandes cantidades. 
“Cuando encontramos el PET nos surgió la pregunta “¿cómo podremos hacerlo calzado?”, así que tuvimos que trabajar con especialistas químicos y personas que pudieran lograr hacer el material”, compartió Jorge. 
Después de investigaciones, Jorge y Mario descubrieron el proceso que tenían que pasar las botellas de PET para convertirse en calzado. 
Primero tenían que ser lavadas las botellas, para ingresar a una máquina que las triturara al punto de convertirlas en hojuelas de plástico. 
Ya como hojuelas ingresarlas a una máquina para que las fundiera a 200 grados centígrados y convirtiera en un ‘no tejido’, mejor conocido como poliéster reciclado de post consumo. 
De la fundidora salen los rollos con los que se crea el cuerpo del zapato, de ahí en adelante el proceso para la elaboración del calzado ecológico es igual a un zapato común hecho de piel o materiales sintéticos. 
“La suela no es reciclada porque tratamos de dar algo de moda a los estilos, no se nos hizo apropiada la suela de aserrín que desarrollamos porque no era el concepto de este calzado”, dijo Mario López. 
“La piel que lleva estos modelos es curtida vegetalmente con desechos de plantas, dura más el proceso de curtido pero es biodegradable”, agregó. 
Jorge logró cumplir el sueño de eliminar el olor del pegamento en el calzado, ya que sustituyen el solvente y su olor con una mezcla hecha a base de agua para unir el zapato.
Jorge y Mario buscan dejar un legado entre niños y jóvenes respecto al cuidado del medio ambiente y tratan de ser un ejemplo de que los sueños pueden cumplirse con dedicación y compromiso. 
Los jóvenes emprendedores han sido invitados a impartir conferencias hablando sobre su proyecto, como en el Segundo Foro de Sustentabilidad de CIATEC, en escuelas como la Universidad de León o el Instituto Fidelis y próximamente en el Colegio Británico. 
“Renovare” busca ser una empresa socialmente responsable con la donación de parte del costo de los zapatos a una fundación que ellos mismos crearán un meses próximos. 
“Pixx tep nalumKaab” que significa cobijar a la madre tierra es el nombre maya que Jorge y Daniel darán a su fundación, la cual tendrá como misión enseñar a niños de escasos recursos a crear y utilizar materiales reciclados. 

AL DETALLE

  Para elaborar el mocasín se necesitan 7.5 botellas de PET de 600 mililitros, mientras que para la bota son necesarias 8 botellas de la misma capacidad. 

  El material obtenido con las botellas PET es hipoalergénico, antibacterial y transpirable.

  Los empresarios ya recibieron ofertas de Canadá, Estados Unidos, Centro y Sudamérica para comercializar el calzado. 

  En julio de este año se aprobó la patente del calzado ecológico. 

  El grupo de pop Moenia y la cantante María León utilizaron el calzado Renovare en la grabación del video musical “Prohibido besar”, próximo a estrenarse. 

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