El Hospital General de León capacita a familiares de pacientes con cáncer y con enfermedad renal terminal para que puedan brindarles una buena calidad de vida.
Cuando ya no tiene posibilidades de recuperar la salud, médicos especializados revisan al enfermo y si el pronóstico de vida no es mayor a seis meses se convierte en apto para recibir cuidados paliativos.
En lo que va del mes este hospital, generalmente llamado Hospital General Regional, tiene a 10 personas registradas que reciben esta atención con la finalidad de que pasen sus últimos meses sin dolor.
Estos pacientes generalmente tienden a presentar vómito, nauseas y falta de apetito.
En el caso de niños y adolescentes, si los papás lo desean pueden permanecer dentro del hospital en al área de Oncopediatría aislada, donde sus familiares pueden convivir con ellos.
Si un adulto requiere cuidados paliativos y desea quedarse en el hospital se le da la autorización, pero no con la opción de acompañamiento familiar.
Pero si en ambos casos solicitan que los enfermos sean llevados a su hogar los familiares pueden hacerse cargo de ellos, capacitados por el hospital.
Los especialistas recomiendan que la habitación sea pequeña, que tenga una ventana para que circule el aire y que esté libre de aromas y perfumes.
“Es importante que el paciente esté enterado de que lamentablemente morirá en poco tiempo, eso puede servir para que arregle tanto problemas personales como un perdón o cuestiones legales, los enfermos son quienes reciben la parte física con las quimioterapias y cirugías, entonces se dan cuenta de lo que les pasa”, contó Paty Vargas Santos, supervisora de enfermería de Oncopediatría.
En el HGL se le brinda tanto al paciente como a sus familiares o acompañantes atención sicológica y nutricional, pero se recomienda que si necesitan ayuda en temas espirituales se apoyen en una persona externa.
“Aún no tenemos el servicio de cuidados paliativos a domicilio, por eso se capacita a los familiares, pero cuando vienen estamos al pendiente; en el caso de los niños, la mayoría de las veces cuando mueren los padres vienen a darnos las gracias porque lo que menos quieren es que los menores sufran”, agregó.
Tanatólogos del área de Oncología deben dar la información del fallecimiento de manera entendible y procurar que la familia esté tranquila; si se presentan crisis se atienden con el médico.
“Cuando el paciente se entera de su situación es cuando viene una serie de preocupaciones, en adultos principalmente es el miedo al abandono o a ser una carga para los hijos; mientras que con los niños es el temor a no saber qué es lo que les pasa, por lo general son cosas fantasiosas”, expresó Alejandra Sánchez Morales, encargada de Tanatología Oncológica.
Los pacientes durante su proceso paliativo pueden ser sometidos a quimioterapia o cirugías con el fin únicamente de reducir el dolor y no en busca de una solución a su enfermedad.
El anestesiólogo Ernesto Franco Verdín desde hace 15 años es el único que trata de manera profesional a los pacientes con cuidados paliativos del HGL; atiende temas de ansiedad, falta de apetito, insomnio, náuseas y vómito, aseguró el doctor Eduardo Perrea Olmos, jefe de Oncología.
En cuestiones de alimentación la nutrióloga Myrna Hernández Arredondo se encarga que ésta sea agradable para el paciente.
“Hay veces que damos dietas a complacencia, tampoco se fuerza a la persona a comer… si no quiere no se le insiste”, dijo la nutrióloga.
El HGL puede otorgar pases para que familiares lleven alimentos caseros a sus pacientes.
“Se procura darle lo que se le antoje al enfermo, claro, cuidando que esto no vaya a causar una aceleración en los efectos secundarios del proceso como irritación en el caso de las quimioterapias, en algunos casos se les quitan cosas picantes o irritantes, pero todo esto ya depende de cada paciente”, añadió la nutrióloga.
Los principales síntomas en cuestiones alimenticias son anorexia, estreñimiento, pérdida de apetito, náuseas o que al comer el enfermo se sienta satisfecho muy rápido.
Mejoran calidad de vida de enfermos terminales
Familiares de los pacientes en etapa terminal reciben una capacitación especial para que ayuden a sus parientes a tener una mejor calidad de vida sus últimos días.