Con la aportación de dos mil 340 millones de pesos anunciada por Ferromex el Ferroférico de Celaya deberá reiniciarse a la voz de ya, dijo el gobernador Miguel Márquez.
Además, dijo, el Municipio debe ir planeando una súper- vialidad para el espacio que se quede libre.
En días pasados ya había dado un adelanto de esta noticia, pero ahora “ya es oficial”, dijo.
“Yo creo que es una noticia muy buena, nunca llega tarde… a estas alturas ya deberíamos de estarlo inaugurando pero bueno, como el dinero y la lluvia nunca llegan tarde, deben iniciarlo a la voz de ya.
“Estoy contento por ello, por el bien de Celaya, esto le va a cambiar el rostro a Celaya, sacar las vías del tren y vas a dejar una avenida”.
El Gobernador señaló que ya habló con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sobre el destino que había que darle a esa vía, “que se va a quedar para patrimonio de Celaya, toda esta vía va a servir para una gran avenida de Celaya”.
Con Kansas City las negociaciones “ahí van”, agregó, y su aportación será menor a la de Ferromex.
El gobernador Miguel Márquez pidió al IMIPE diseñar el royecto para la zona de las vías, que considere aspectos económicos, urbanos, de infraestructura etc.
Debido a que el beneficio no solo será para Celaya, sino de impacto regional, se podrían obtener fondos metropolitanos.
Sugiere nalgadas correctivas
Más vale dar unas nalgadas o un cinturonazo a tiempo antes que permitir que los hijos crezcan sin valores y fomenten la inseguridad, dijo el gobernador Miguel Márquez Márquez.
Ayer en el arranque del Programa Impulso Social, en Celaya, exhortó a los papás a dar un buen ejemplo a los hijos.
El Mandatario consideró que quienes roban al tren lo hacen más que por necesidad por delincuencia, pidió educar con valores ya que la primera escuela es la casa.
“¿Por qué permitimos que los hijos le falten el respeto a sus padres? necesitan autoridad desde ahí… ¿qué problemas esperamos de alguien que no respeta a sus padres? ¿ustedes creen que van a respetar la autoridad? No, por eso es importante asumir la responsabilidad que nos toca.
“Más valen unas buenas nalgadas, un cinturonazo y que me digan lo que quieran los Derechos Humanos, pero más vale a tiempo, después se desvían”.