El culto a los muertos se generó en la época prehispánica en diversas culturas, pero los purépechas en el actual estado de Michoacán son de los pueblos que más se enfocaron en realizar y preservar este ritual.
“La velación de las ánimas que en Purépecha se traduce ‘velación de las ánimas’, en purépecha Anemicha Kejzitakua, es un legado de orgullo para la tradición”, comentó el historiador local Fernando Tejeda Alvarado.
Así como muchos rinden tributo a sus difunto con ofrendas en altares o llevándoles flores al panteón donde descansan sus restos, los antepasados lo hacían con sus respectivos dioses; por ejemplo, los aztecas veneraban a Mictlantecuhtli (el Señor de la Región de los Muertos); los purépechas a Cuerauapperi (Madre de los Dioses y Potestad sobre la Vida y la Muerte); los mayas a Ah Puch (Dios Maya de la Muerte).
El culto sagrado
Tejeda Alvarado explicó que durante el periodo clásico se creaban tumbas para los plebeyos en pirámides o yácatas (en el caso de Michoacán), ahí se depositaban los restos y algunas propiedades de los difuntos, creyendo que la las seguirían usando en la otra vida.
“Las ofrendas que se hacían comprendían los cuatro elementos, fuego (representado con la quema de copal en una vasija de barro); agua, colocada en un recipiente de alfarería artesanal; la tierra y el aire, no se simbolizaban, pues estaban en ellos”, contó el historiador.
Después se integró la flor de “cempoalxóchitl o cempasúchil”, que en náhuatl significa flor de 20 pétalos y nombrada “apatzekua” en purépecha; está flor se sigue cultivando en los pueblos indígenas de Michoacán para honrar a sus muertos en la ceremonia del día 2 de noviembre. En la comunidad de Río Grande, La Piedad es uno de los sitios más cercanos donde se siembra.
La ofrenda fue distorsionando
Se sabe que al llegada de los españoles en 1521, los frailes cambiaron el culto de los nativos con la intención de evangelizarlos, así que incorporaron elementos de la religión católica a este culto autóctono; por ejemplo, el fuego que era utilizado por los indígenas fue reemplazado por velas y veladoras, mientras que el aire fue representado con papel picado.
Significados agregados: Hoy en día se integran objetos ajenos a la tradición de altares como, espejos, guamaniles, jabón, toallas y hasta calabazas, esta última se asocia a la tradición de Halloween.
ORÍGENES
•Nombramiento. En el año 2003, La UNESCO nombró a la celebración como un Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Lo anterior por la importancia que tiene para cientos de miles de mexicanos.
•Antiguedad. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones desde hace tres mil años.
•Para presumir. En la era prehispánica era común conservar cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
•El punto angular. Es la creencia de que el espíritu de los difuntos regresa para convivir con sus familiares durante un día, departiendo con ellos, consolándolos y confortándolos.