Un lugar santo debe ser el sitio indicado para que las cenizas de los católicos esperen la segunda venida de Cristo, así lo dijo el obispo José de Jesús Martínez Zepeda, al dar su opinión ante la nueva ley que envió el Vaticano este 25 de octubre.

“Al final somos una morada del Espíritu Santo, y la Iglesia recomendó, y yo creo es que recomendó la sepultura de los cuerpos, porque somos un reflejo del Espíritu Santo y por ello los cuerpos, y las cenizas de las personas que sean cremadas deben estar en un lugar sagrado”, mencionó el obispo.

Para la comunidad católica a nivel mundial, la semana pasada el Vaticano, prohibió a sus feligreses que sean cremados; que sus cenizas sean depositadas en lugares sagrados, y no así sean mantenidas en casas o esparcidas en lugares como el mar; esto para evitar el panteísmo, naturalismo o nihilismo.

Por ello, Martínez Zepeda, aseguró que una de las razones principales es porque también no es conveniente que las personas tengan a su ser querido en sus casas, pues deben estar esos cuerpos en lugares sagrados para el regreso de Cristo.

“Luego uno nos pregunta porque los niños tienen miedo en las casas, también es por la impresión de tener al ser querido ahí, por eso las casas no son para tener a los muertos sino los lugares donde puedan descansar y esperar la venida de Jesús”, explicó el obispo.

Para Martínez Zepeda, esta disposición del Vaticano hacia los católicos a nivel mundial, es una necesidad para los creyentes; pues con ello se le da cuerpos y cenizas, un lugar para descansar y esperar el Juicio Final.

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