El panteón municipal ya esta listo para recibir a cientos de familias que acuden a visitar a sus seres queridos, afirmó el director de Servicios Municipales, Emerio Salmerón.
La celebración del Día de Muertos es muy especial para los purisimenses ya que es cuando celebran a sus muertos, con arreglos florales, los alimentos preferidos de ellos y bebidas.
Miles de tumbas son las que ya han sido ocupadas en el panteón municipal, aparte de los otros dos cementerios con los que cuenta, uno en Jalpa de Cánovas y el otro en Cañada de Negros.
Niños, niñas, adultos y ancianos son los que descansan en los cementerios del municipio.
Entre las tumbas que se encuentra son la de los curas Luis Montes Rodríguez, quien falleció el 13 de diciembre de 1978 y de Juan Pérez Magaña, el 9 de febrero de 1981, quienes llevaron las riendas de la iglesia en Purísima y fueron muy queridos por la gente. Aproximadamente son 3 mil 391 gavetas ocupadas en el panteón de la cabecera municipal y 610 terrenos.
El director de Servicios municipales, aseguró que ya no se cuenta con terrenos y las gavetas que aún tienen desocupadas alcanzan para este año y el que sigue.
Aunque las muertes han crecido año con año, el espacio aún es suficiente para el próximo, sin embargo se tendrá que seguir con la construcción del cuarto panteón, el cual está en la primera etapa en la colonia Guanajuatito.
Este año se espera la visita de cientos de vivos a sus muertos en el tradicional Día de Muertos.
Uno de los más visitados: Debido a que es uno de los más enormes de la ciudad, el Panteón Municipal estima la visita de cientos de personas para el 2 de noviembre.
Celebran durante el fin de semana
Los panteones de San Francisco del Rincón ya comenzaron a ser visitados por decenas de personas durante el domingo.
Familias lavaron las tumbas de sus seres queridos y las decoraron con flores frescas y de diversos colores, algunos decidieron hacer altares sobre las tumbas y decorar con motivos alusivos a la fecha.
Otros más llevaron a sus difuntos mariachi y tríos para cantarles las melodías que en vida disfrutaron.
Debido a que el Día de Muertos será entre semana, para muchas personas será complicado visitar a sus difuntos pues tienen que cumplir con los compromisos laborales.
Así que aprovecharon el medio día del domingo para visitarlos ya hacerles ofrendas.
Se pudo apreciar un cambio de ambiente en los camposantos, donde la tristeza y la alegría se combinaban.
El aire estuvo perfumado con los aromas de las flores frescas, mientras que el llanto y los lamentos se perdían con los cánticos y los acordes de las guitarras.
Y en algunos pasillos se escucharon los murmullos de fieles rezando a voz baja rosarios, pidieron por el eterno descanso y la paz de los espíritus y otras más de las voces de quienes ponían al día a sus difuntos de su estado en la vida terrenal.
En los próximas días se espera un aumento en las visitas para culminar el 2 de noviembre con un lleno total de familias en el panteón, velando a sus seres queridos. Karen Frausto