Aunque el rastro municipal no opera desde febrero de este año y los introductores de Lagos de Moreno tienen que matar a sus reses en rastros particulares, esto no representa pérdidas económicas para el municipio, señaló Abraham Aldana Aldana, asesor de Presidencia y que ha estado a cargo del mejoramiento del rastro desde que comenzó la administración. 
La capacidad del rastro es para matanza de 100 reses y 300 cerdos. Sin embargo sólo se mataban cerca de 60 animales, por lo que considera, el municipio no pierde dinero al tener detenido el rastro. 
“Gastamos más en energía de los refrigeradores porque no llenábamos el rastro en su totalidad”, comentó el funcionario. 
Aseguró que los empleados que se mantenían activos en el rastro han sido reubicados en distintas áreas para que no pierdan sus empleos, y reiteró que las personas que trabajarán en el rastro, una vez funcione y tenga certificación de Senasica, estarán correctamente capacitadas. 
Y detalló que los 19 millones de pesos que fueron invertidos durante la administración de Hugo René, se destinaron a la sala de corte y deshuese, que no tiene que ver con la certificación de Tipo Inspección Federal. Sin embargo, el hecho es que en los últimos dos años, al lugar se le han invertido más de 20 millones de pesos, sin que se tenga una fecha aproximada de cuándo pueda volver a operar.

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