Rezan contra los feminicidios

La edición 62 del Rosario Viviente, organizada por la Aquidiócesis de León, llenó más del 80% del Estadio León.
Comenzó a las siete de la noche, con el lema: ‘Misericordiosos como el Padre’, el cual va de la mano con el año de la misericordia, que concluye el 20 de noviembre.
Las peticiones fueron por los migrantes que se van en busca de empleo, por trabajadores que reciben sueldos injustos, por personas que buscan a Dios sólo por conveniencia y por la erradicación del feminicidio.
A pesar del frío, los asistentes permanecieron en el estadio.
Por segundo año consecutivo, la organización estuvo a cargo del párroco Roberto Guerrero del Templo de Nuestro Señor de la Salud del Barrio Arriba.
La invitación se hizo a 124 parroquias que pertenecen a la Arquidiocesis y se esperó la asistencia de más de 20 mil personas.
La Arquidiócesis recomendó a los asistentes vestir de blanco y llevar una vela, que fue encendida antes de finalizar el evento.
“Mando la bendición a todos los niños, jóvenes, en los hospitales, quiero enviarles a todos los hermanos que están en la cárcel, mañana con el favor de Dios visitaré todas las cárceles del Estado para llevarles la palabra de Dios y celebrarles la eucaristía a los hermanos nuestros”, expresó el arzobispo Alfonso Cortés Contreras.
El Arzobispo agradeció a Dios que el ahora ex Obispo Auxiliar, Juan Frausto Pallares, a quien el Papa Francisco aceptó su renuncia, diera un buen servicio a la Arquidiocesis.
El evento se transmitió por el canal tapatío María Visión para celebrar los 23 años de llevar el evangelio a lugares lejanos.
El padre jesuita, Roberto Guerra, comenzó a celebrar los Rosarios Vivientes hace 62 años, un evento emblemático de León.
“Yo los invito, queridos hermanos, a que hagamos una iglesia de León misericordiosa, que sepa dialogar con la sociedad, quiero suplicarles que hagan oración por nosotros los pastores, los sacerdotes, por nosotros los obispos”, finalizó Contreras.