El Centro Nacional para la Prevención y le Control del VIH y el sida (Censida) estima que para finales de 2016 habrá 210 mil personas con VIH en México y sólo 64 por ciento tendrá diagnóstico.
Temor a pruebas
“Nuestro principal foco rojo es la detección. (Para cumplir la meta fijada por la OMS) Tenemos que alcanzar, para 2020, el 90% de esos detectados, tenemos que hacer muchos esfuerzos de detección”, advirtió Carlos Magis, director de Atención Integral del sida en ese organismo.
El problema, dijo, es que muchas personas no se realizan las pruebas por temor al diagnóstico.
Estimó que para alcanzar la meta, todas las personas que sostienen relaciones sexuales se tendrían que realizar la prueba de VIH por lo menos una vez en la vida, y las poblaciones con mayor afectación, es decir, hombres que tienen sexo con hombres, personas que usan drogas inyectadas, trabajadores sexuales y mujeres trans, deberían realizársela cada seis meses.
Asimismo, dijo, deberían hacérsela todas las personas recién diagnosticadas con tuberculosis, que hayan sufrido violencia sexual, que hayan tenido otra infección de transmisión sexual, como sífilis o VPH, y las mujeres que se embarazan.
 Señaló que otro reto es lograr que 90 % de las personas con VIH que reciben tratamiento tenga supresión viral, es decir, que la carga de VIH en sangre sea muy baja. Actualmente sólo ocurre en 81 %.
 Indicó que en el país se registran 11 mil infecciones nuevas al año, lo que significa que cada día se infectan 30 personas, y suceden 4 mil defunciones anuales.
  “En 2014 se hizo una reunión internacional en México y acordamos aspirar a las metas que nos pide Onusida del ‘90,90,90’ para el 2020”, dijo.
Es decir, 90%  de detección, 90% de diagnosticados en tratamiento y 90% de personas en tratamiento con supresión viral.
De acuerdo con el Censida, “la tasa de mortalidad por sida no ha disminuido como se esperaba. Por ello es necesario intensificar las acciones de detección oportuna, vincular a la personas detectadas con VIH a los servicios de atención, así como mejorar la retención y adherencia terapéutica”.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebra el 1 de diciembre, Magis aseguró que en los últimos seis años se han aplicado más de 12 millones de pruebas para la detección de personas con VIH.
Para Rubén Muñoz Martínez, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), una de las fallas del sistema de salud es la detección de casos de VIH en la población indígena.
“Las clínicas especializadas están lejos de las comunidades de residencia de los usuarios que proceden de zonas rurales, el medicamento antirretroviral y para infecciones oportunistas a veces no llega, o si llega se centraliza en las ciudades y no se distribuye a las comunidades”, lamentó.
En tanto  la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar señaló que hay 180 mil personas viviendo con VIH, y lo importante es que de la población total en México, 40% no sabe que está contagiado.

Póntelo: Sico donó un millón de condones a Mexfam, para que a su vez la asociación –con una red de promotores juveniles– los reparta en sus 17 centros operativos en los 16 estados del País.

 

Y Persiste contagio vertical de SIDA
El número de casos de VIH-sida transmitido por vía perinatal se ha estancado en los últimos años, lo que dificulta alcanzar la meta de cero casos por transmisión vertical para 2030, advirtió Noris Pavía, coordinadora de la Clínica para Niños con VIH-sida de UNAM y el Hospital General.
No aplican prueba
De acuerdo con datos preliminares de Censida, en 2014, se diagnosticaron 94 casos de VIH y sida por transmisión vertical; en 2015, se registraron 71; y 56 en 2016.
“Para 2016 se están reportando 56 casos, pero esto es algo cambiante porque están ajustando las cifras. El último reporte que tenemos sobre el número de niños infectados en 2016 es parecido al de 2015, no hay descenso, hasta el momento se están manteniendo las cifras igual que año pasado”.
El registro de nuevos casos de transmisión vertical año con año indica que hay mujeres con VIH que no están diagnosticadas y que no recibieron tratamiento profiláctico para evitar la transmisión del virus al bebé, señaló Pavía. 
Rocío Muñoz, médica adscrita a la clínica, refirió que aún prevalecen obstáculos en la aplicación de la prueba de detección.
“Algunas mujeres no se hacen la prueba porque durante el embarazo no lo solicitan, también algunos médicos piensan que esto no es muy real y no aplican la prueba”.
 Además no todas las mujeres acuden a consultas de control prenatal y, en algunos casos, aunque se someten al estudio, no regresan por los resultados, cuando no se utilizan pruebas rápidas.
“Los esfuerzos que se están haciendo están a la vista, pero nos falta mucho para alcanzar la meta, sobre todo yo pienso que es educación”, consideró Muñoz.
Pavia agregó que, cuando la mujer embarazada con VIH no recibe tratamiento, las posibilidades de transmisión al bebé son de 25 a 40%

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