Diana Muñoz Acosta es una joven leonesa que descubrió su gusto por la música a los tres años y en la actualidad se desenvuelve como una talentosa soprano. 
Durante siete años estudió la licenciatura de Canto Operístico en la Escuela Superior de Música de Bellas Artes en la Ciudad de México, al darse cuenta que era lo que le llenaba, pues desde niña lo que escuchaba en casa era la música mexicana.
A los cuatro años pidió a sus papás, Salvador Muñoz Hernández y Diana Acosta López, que la llevaran a clases de piano, petición que la pareja cumplió con mucho gusto.
A los 14 años empezó a cantar ópera en musicales en el Teatro Manuel Doblado, pero su debut como soprano fue en el 2008, en la sala Ollin Yoliztli, de la Ciudad de México. 
En ese entonces recién había entrado a la carrera y para su fortuna el director de la Orquesta Filarmónica de las Artes (OFIA), al escucharla cantar y gustarle su voz, la contrató para cantar como solista en la Velada de las Artes debido a su primer aniversario.
Por nueve meses vivió en Texas y asegura haber vivido una experiencia inolvidable, pese a la cultura tan diferente del lugar, en comparación con la de México. 
“Me topé con gente muy linda, muy inteligente e interesante, pero ya extrañaba a mi País, porque yo convivía con anglosajones y son muy diferentes a nosotros; yo llego, saludo y abrazo y allá no lo hacen”, dijo.
En el Castillo Laudon, en Viena, Austria, estudió dos diplomados: el primero con el maestro Francisco Araiza, tenor mexicano reconocido a nivel mundial  y el segundo con la soprano Cheryl Studer.
Se ha presentado en distintos lugares de la República Mexicana como Celaya, Acámbaro, Torreón, Ciudad de México, Querétaro y sin faltar León; en el extranjero en Viena, Washington y Dallas, por mencionar algunas.
“Cada lugar ha sido especial, a todos los atesoro sin importar qué auditorio sea, todos son trascendentes para mí”, dijo.
“Llegué a cantar en recintos que jamás imaginé, en la Organización para los Estados Americanos, en Washington y llegué a cantar parte del repertorio operístico y mexicano y además el Himno Nacional Americano”, añadió la joven.
Diana ha logrado lo que alguna vez soñó y aún se encuentra en  constante preparación para ser cada día mejor y aunque ha tenido que sacrificar algunas cosas como su familia y algunas amistades, está convencida que no se equivocó al elegir su carrera.
“La disciplina te da mucho, me ha dado los mejores momentos de mi vida, he conocido personas, lugares  y hasta literatura a través de la música”.
“Siempre he dicho que al estar en el escenario no soy Diana, soy un instrumento que está al servicio de la música, porque la música es algo trascendental, algo que sublima nuestras almas, es algo sagrado pues le estás dando lo mejor de ti a las personas que van a escucharte”. 
La leonesa es muy disciplinada, por lo que dos semanas antes de sus presentaciones evita ingerir productos grasosos o picosos.
También cuida muy bien su alimentación, ya que las cuerdas vocales son músculos y se encuentran en un lugar húmedo, por lo tanto deben estar muy bien tonificadas. 
Hoy, a las 8 de la noche, la soprano presentará un recital totalmente sin costo en el Museo de la Ciudad, ubicado en la calle Hermanos Aldama #136 (a un costado del Teatro Manuel Doblado), acompañada por el pianista Héctor Oropeza, con motivo del aniversario número 28 del recinto cultural.

AL DETALLE

  Detrás de una buena presentación de Diana, hay muchas horas de estudio, que también incluyen matemáticas aplicadas.
  Da clases de canto. 
  Le gusta leer y ver películas.
  Salvador es su único hermano y es mayor que ella.
  Si no hubiera elegido la carrera de Canto Operístico, probablemente hubiera estudiado Derecho o Diseño Gráfico.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *