Un equipo de investigadores, durante un estudio, llegaron a la conclusión de que los órganos no mueren junto con el resto del cuerpo.
Para llegar a este resultado, analizaron organismos de ciertos animales como peces, cebras y ratas.
En su experimento, de acuerdo al portal RT, investigaron el proceso de la expresión génica, tras la muerte de estos animales, y se sorprendieron al ver que éste proceso comenzó a aumentar.
Este fenomeno ocurre media hora después de la muerte del organismo, mientras que en otros casos se manifiesta entre 24 y 48 horas después.
Aunque los cientificos siguen sin dar con un resultado preciso de las etapas exactas de éste proceso que califican como “apagado gradual”, están seguros que estos casos no suceden por casualidad.