En Australia, los dueños de un Lamborghini Huracán color verde y un Nissan GT-R R32 tuvieron una fuerte discusión después de que el primero pensara que tenía el coche más rápido.

Ambos apostaron 9000 dólares en una carrera para demostrar cual era el más rápido.

Después  de perder por mucha ventaja, el propietario del Lambo atacó a su adversario y comenzó a darle varios puñetazos hasta que la seguridad los separó.

Al final, el dueño del GT-R recibió unos cuantos golpes, pero también una buena cantidad de dinero.

 

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