Automóviles expulsando humo excesivo, motociclistas y peatones con hollín en sus ropas, y sus pulmones propensos a enfisema, son algunas de las afectaciones que los vehículos sin verificar dejan en la sociedad leonesa. 

En 2016, año en que los centros de verificación dinámicos comenzaron a operar, el porcentaje de vehículos verificados, tanto en León como a nivel estatal, rondó el 30% del total del parque vehicular registrado, lo que se traduce en más de un millón de unidades.

Carlos Aarón Ávila Plascencia, director de Gestión de Calidad del Aire del Instituto de Ecología del Estado, explicó que el reto para el primer semestre de 2017 es regresar al 40% de vehículos verificados, porcentaje alcanzado antes de 2016. 

 

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