Después de un siglo de investigación, no hay evidencia de que enviar a los niños a un “segundo turno académico” después del colegio sea necesario o benéfico, afirma Alfie Kohn, autor del libro “The Homework Myth”.
En entrevista, explica que Finlandia ha sido reconocido por medios extranjeros y especialistas en docencia como un país modelo en materia de educación y, entre las múltiples reglas que ha roto este país está la relativa a la cantidad de tarea, la cual han reducido al mínimo.
“A veces se defiende (a la tarea) con los supuestos beneficios no académicos como desarrollar autodisciplina, responsabilidad, independencia o buenas habilidades de estudio. He estudiado este tema por años y no he encontrado ningún estudio científico que respalde esta teoría”, asegura el estadounidense.
Asimismo, enfatiza en la sensación negativa que deja en los niños.
“Es probable que la tarea sea el mayor extinguidor de curiosidad jamás inventado. Lleva a la frustración, al cansancio y al conflicto familiar. En el proceso hace que los niños vean el aprendizaje como algo no placentero”, subraya.
Al respecto, Etta Kralovec, profesora en la Universidad de Arizona, agrega la inequidad económica y social como parte de los factores que interfieren.
“La tarea se va a ambientes en casa muy diferentes. Algunos niños tienen padres educados, acceso a internet, tutores pagados y lugares de estudio muy bien iluminados. Otros van a casas en donde son responsables de sus hermanos, en donde no tienen internet o libros”, dice la autora de “The End of Homework”.
“Cuando los maestros asignan tareas deberían saber a qué clase de ambiente la están enviando y si es posible si quiera para ellos hacerla”, puntualiza.
La OCDE recomienda hacer cuatro horas de tarea a la semana; sin embargo, los estudiantes mexicanos le dedican seis, mientras que los finlandeses sólo dos horas y media, según la propia OCDE y el estudio “Does homework perpetuate inequities in education?”, de Pisa in Focus 2014.
En las tardes…
Algunas de las opciones que los académicos sugieren para hacer con tu hijo por las tardes si no tienen tarea o ya la acabaron son:
Ir al cine o a museos, enriquece su aprendizaje.
Reunirlos con otros niños en tardes de juego.
Leer con ellos para dar rienda suelta a su imaginación.
Convivir con juegos de mesa, pues favorecen habilidades neurológicas.
Cocinar juntos, les ayuda para medir y contabilizar.