El viernes antes de viajar a Querétaro, el mediocampista colombiano Alex Mejía se separó del grupo y viajó a la ciudad de Pachuca con el fisioterapeuta. Las lesiones no lo dejan. Recién venía de su recuperación y otra vez tuvo que dejar de jugar, perderse un juego y dejar un plantel incompleto.
Esa es la historia del León los dos últimos años: muchos jugadores lesionados.
El problema es que cuando les preguntas a jugadores, cuerpo técnico, o directivos, la respuesta es la misma desde hace dos años: es normal, esto es futbol y hay lesiones.
Recientemente a ese argumento le han sumado una frase: “hemos tenido mala suerte”
¿De verdad esa es la explicación que se dan del por qué tienen tantos jugadores lesionados?
Maxi juró que no se iría.
Jesús Martínez, en un tono molesto, lo defendió ante los medios de la crítica por sus constantes coqueteos con Racing en la prensa Argentina. “El frasquito”, mintió. Cuando las cosas no caminaron como él quería, cuando notó que no podía en el León, buscó la manera de salir y lo encontró.
Por lo pronto ya no está en la ciudad y mañana no se presentará en a entrenar.
Y aunque ya hay información sobre su salida, y el mismo jugador se despidió de sus compañeros, es hora que no hay ni un tweet, declaración o boletín de prensa que diga nada sobre Maxi Moralez en el León.
Maxi se fue tal vez cuando parecía que mejor le pintaba el futuro. Llegó como jugador caro y como tal se le pagaba, caro: dólar papel. Pocos son los futbolistas en nuestro país que se pueden “dar ese lujo” de cobrar en moneda norteamericana y no en pesos y a un tipo de tasa fijo impuesto por el club.
León perdió dinero en esa transacción. Algunos, en la MLS, dicen que llega a préstamo por un año. En México, aseguran que fue comprado por el equipo “Gringo” en 2.5 millones de dólares. Al León le costó poco más que 4.5 de los verdes. No salen las cuentas.
Por segundo torneo consecutivo el León está por terminarse su margen de error en la Liga MX. Llegó a un punto que si lo cruza ya no hay vuelta atrás: otra vez necesitará de 11 jornadas casi perfectas: cero derrotas, pocos empates y muchas victorias para calificar.
En estas circunstancias y a pesar de que ya no ofrece medio boleto para la Libertadores (aquí es donde le suspiro al torneo sudamericano), la Copa MX sería un objetivo tal vez de consolación para el León.
Están a un punto de calificar. Digo, todo puede pasar, pero pensar que por segundo ocasión el León tendrá 11 jornadas sin derrota consecutivas… ¡Plop!, León es un equipo Copero, histórico también en este torneo.
¿Crisis económica?
No está cien por ciento confirmado, pero hay muchos síntomas que así lo apuntan. Mantener la nómina del equipo actual del León no es nada sencillo. Muchos jugadores no se han ido porque acá les han mejorado sus condiciones económicas.
Eso tiene un alto costo al mediano plazo si no logras hacer de la institución no sólo un equipo ganador sino además rentable económicamente.
¿Desbandada en Junio?
Se pueden avecinar momentos bravos para el equipo y su afición. En el próximo Draft se pudieran ir varios de los pesos pesados del club, no es un deseo, simple matemática financiera.
Si tienes más salidas que entradas hay un déficit. Y seamos honestos, León tiene un plantel de equipo grande y comercialización de equipo chico. Los bienes se hicieron para solucionar los males. Dejar ir a algunos “pesados” les quitará gastos, les dará entradas. La institución podrá respirar.
La pregunta es ¿para qué?, ¿Ya tienes vistos a los jugadores de la cantera y externos que llegarán?, ¿La afición entenderá esa situación?, ¿Cuánto tardará en dar resultados futbolísticos?, ¿Cómo le hará José Ramón Fernández Gutiérrez de Quevedo para vender mejor al León?
A Javier Torrente se le cuestiona por su continuidad, ¿si ya puso sobre el escritorio de los dueños la renuncia?.
Él ya dijo: Yo no me voy.
Pero hay algo que salta de pronto: Torrente termina su contrato con el León en mayo, y en este momento hay cada vez menos argumentos para pensar en una extensión. Lo que va del torneo tiene más cara de que todo pudiera terminar con un apretón de manos, un fuerte abrazo y buenos deseos.
León es penúltimo de la tabla general. De los que menos anotan, de los que más reciben. Otra vez tiene problemas de vestidor. Otra vez. Pero, no, en el León no pasa nada.
En el León no pasa nada
Esa es la historia del León los dos últimos años: muchos jugadores lesionados.