Cualquier afición en su justa medida puede resultar positiva. Incluso algo que parece tan adictivo como un videojuego, si se juega con moderación, puede contribuir a mejorar nuestra concentración y nuestra memoria, así como la lógica, los reflejos, la agilidad mental, el enfoque y la planificación, según diferentes estudios.
¿Qué nos pueden aportar determinados videojuegos que podemos instalar en el móvil?
Orientación espacial
Los juegos tipo Tetris, donde tenemos que colocar adecuadamente diversas piezas, ayudan con la orientación espacial. Lo mismo otros juegos casuales más actuales como Slitter.io, en el cual debemos mantener con vida a un gusano que va creciendo a medida que va alimentándose de otros gusanos en un medio repleto de participantes. Este juego cumple una función parecida a los antiguos Tetris o PacMan, en los cuales lo importante es ingeniárselas para aguantar el mayor tiempo posible y comer antes de ser comido.
Los juegos en 3D de realidad virtual desarrollados para usar con gafas tipo Cardboard y similares, donde insertar el móvil, podrían ayudar a mejor la memoria. Como ejemplo cabría mencionar a VR Tunnel Race, que nos propone un vertiginoso recorrido por una especie de agujero negro lleno de obstáculos; o Minos Starfighter, uno de los mejores juegos de batallas estelares en 3D.
Mejorar la memoria y la lógica
Los juegos de aventuras ayudan a nuestra memoria y de la lógica para culminar el juego. Un buen ejemplo es Broken Age, una de grandes aventuras gráficas producidas para PC y que se desarrolla en dos mundos paralelos en los que es preciso descubrir objetos e interactuar con otros personajes.
A su vez, los juegos que tienen que ver con formar palabras, como Apalabrados, Mezcladitos o AlphaBetty Saga, también pueden desarrollar la agilidad mental y la memoria de respuesta rápida, así como la agilidad visual para encontrar la combinación de letras más adecuada.
Toma de decisiones y planificación
Minecraft Pocket Ediition es el juego que mejor encaja en esta descripción, ya que precisa de una eficaz toma de decisiones en su modo supervivencia, cierta planificación en la versión creativa y alta utilización de inteligencia a la hora de combinar todas las opciones que nos permite el juego.
Sin embargo hay otras apps que también dependen de la rapidez de gestión de los recursos disponibles en ese momento para ganar: No Mans Land, basado en la serie The Walking Dead; o los típicos casual games de torres defensivas, tipo TTower Defense, Defense Zone 2 HD o Anomaly 2, son buenos ejemplos que permiten hacer pequeñas partidas que ponen en juego nuestra rapidez organizativa.
Pensamiento rápido y reflejos motores
La mayoría de los videojuegos tienen que ver con moverse rápido y anticiparse a algo. Estas habilidades hacen que el cerebro también piense rápido para resolver la situación lo antes posible y ganar. En concreto la habilidad espacio-visual se desarrolla sobre todo con los llamados juegos en primera persona (FPS, por sus siglas en inglés).
Para ilustrar esto hay un buen número de juegos: Hitman Sniper, que nos convierte en francotiradores, Blitz Brigade, que completa la ensalada de tiros aderezándola con unos gráficos algo más amables, e Into The Dead, un juego que nos obliga a correr en contra de una corriente de zombis tratando de esquivarlos.
Capacidad de concentración
Ciertos videojuegos pueden ayudar a la mente a centrarse en una sola tarea y obviar los elementos circundantes, con lo cual mejoran el enfoque y la concentración. Esto aumenta la coordinación ojo-mano que incide en la motricidad fina y las habilidades espaciales.
Un juego como Color Switch, donde la habilidad es fundamental para coordinar el movimiento con cada color, permite ese aumento de coordinación. Algo que también sucede con los típicos juegos de carreras y esquivar objetos, como Subway Surfers, donde la rapidez y la anticipación de movimientos es fundamental para esquivar trenes, o Stampede, un título donde hay que estar muy atento para no caerte del animal.