Javier Luis Torrente fue claro y conciso: Nacho ha sido un gran reemplazante.
El mensaje entre líneas del técnico esmeralda deja ver que los titulares para la central en el León son Guillermo Burdisso y Diego Novaretti pase lo que pase, se vaya bien, mal, llueve, truene o relampaguee.
Nacho González después de seis jornadas regresaría a la banca y sólo jugaría mañana si el Guille no se libra de una lesión que le aquejó en estos días.
En caso de que juegue ante Atlas, no podemos decir que Nacho tendría otra oportunidad para ganarse el puesto, sencillamente porque esos lugares ya tienen dueño en el pensamiento estratégico de Torrente y en ese pensamiento, Nacho es un reemplazante. Curiosamente un suplente que fue capitán del equipo en las últimas fechas.
El zaguero entró al quite ante el castigo sobre Novaretti y jugó el tiempo completo con una amarilla en 540 minutos. En esos partidos los Verdes recibieron nueve goles y con los cuatro de la primera jornada, le tienen como la peor defensa del torneo y en el lugar más bajo de la general.
Cuando un equipo va mal es difícil clarificar quiénes son culpables y quiénes se salvan de los señalamientos.
Y con eso de que para este torneo Torrente tocó a los que en teoría era intocables y los envió a la banca, vale la pena reflexionar también sobre el desempeño de Burdisso a sabiendas que Novaretti regresará a la titularidad.
No ha sido el torneo para el argentino, se ha notado disperso manteniendo esa tendencia a subirse buscando más un gol que una solidez en la parte baja.
El ex de Boca dista mucho de aquel defensa que quitaba balones a diestra y siniestra saliendo de los juegos con golpes y vendajes. No le exigimos al Guille ver sangre en cada partido, pero sí que recupere el perfil aguerrido con ciertos toques de líder sobre el césped, que ofrezca de nueva cuenta esa tenaz resistencia que opuso a los contrarios en el torneo pasado.
Las preguntas que circundan en el aire es por qué si ya sentó a Boselli y a Montes en la banca, ¿Torrente no le puede dar también a Burdisso un descanso mental? ¿liberarlo de la presión que pudiera tener?
Sobre Nacho y casi todos de acuerdo, ha cumplido. En el último juego fácilmente se le pudieron contar cuatro jugadas salvadoras de esas que se ganan el aplauso y ha cubierto bien a su lateral, sobretodo en esas alocadas aventuras a la ofensiva que hace el equipo con todos al frente.
Cuando se le dio la confianza respondió en el ascenso y en el bicampeonato. Sin embargo, las lleva de perder en esta ocasión con Torrente al mando.
Queda en la esperanza que Novaretti regrese con fuertes bríos, que de aquella imprudencia por la que fue castigado le venga a imprimir al León la prudencia futbolística que todo equipo debe mostrar cuando se necesita salir del bache.
Ha hecho bien en la Copa, pero nos queda claro que ese torneo es años luz diferente a lo que se está jugando en la Liga.
Entre Burdisso-Nacho, Novaretti-Nacho y Novaretti-Burdisso, lo que tiene en la mira Torrente es la última combinación. Así, Nacho regresará al banquillo como siempre lo ha hecho, estoico a las decisiones del entrenador y presto a partirse el alma en cuanto escuche un nuevo llamado a la cancha.
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