Al pensar en los Emiratos Árabes Unidos viene a la mente un extenso desierto, jeques, y la ostentación de Dubái. Pero la capital de este país (una federación compuesta por siete estados) es la verdadera joya de la corona.
La Cornisa
En este extenso corredor junto al mar, algunos valientes desafían el calor (que en verano llega a los 50 grados centígrados) haciendo ejercicio. Con 8 kilómetros de largo, lleno de palmeras de dátiles, ofrece una bella vista del Golfo Pérsico, de un lado, y de modernísimos rascacielos, del otro. La playa, que está dividida en tres secciones (para familias, solteros y público en general) invita a zambullirse en las aguas turquesas. Más allá, está el desierto y algunos dhows, las tradicionales embarcaciones de la zona.
Emirates Palace
Este hotel palacio, no es el del sultán, pero como si lo fuera: su construcción costó 3 billones de dólares. Cuenta con 302 habitaciones y 92 suites. La enorme de sus instalaciones hace que el alojamiento parezca privado, aún cuando está lleno. Los costos son dignos de jeques. Incluso, hay una maquinita expendedora de oro. Una opción ligeramente más accesible es disfrutar del té que se ofrece por las tardes (320 dirhams por dos personas, aproximadamente mil 800 pesos). La bebida estrella es el capuchino Emirates, mismo que sirven con ralladura de oro de 24 quilates.
Ferrari World Abu Dabi
¿Dónde, si no en Abu Dabi, podría estar el parque temático de la escudería de autos más sofisticada del mundo? En pleno desierto surge un fresco complejo techado que podría englobar siete campos de futbol americano. Para los valientes, está la montaña rusa más veloz del mundo, la Formula Rossa, que alcanza una velocidad de 240 kilómetros por hora, para emular un coche de la F1. Tras la adrenalina se recomienda probar auténtica pizza napolitana en Mamma Rosella. Y ya para rematar, adquirir un recuerdo en la tienda; hay desde ropa, hasta joyería.
La Gran Mezquita del Sheikh Zayed
Apantallante. Está construida en mármol blanco de Macedonia y tiene capacidad para más de 40 mil personas. Presume 82 cúpulas, siete candelabros recubiertos de oro, con millones de cristales de Swarovski y la alfombra más grande del mundo, con 5 mil metros 627 metros cuadrados. Es fundamental cuidar el código de vestimenta. Las mujeres deben cubrirse el cabello, el escote, los brazos y las piernas por debajo del tobillo, con ropa suelta y holgada. Los hombres no pueden llevar shorts. Quienes van en pareja cuiden de no abrazarse si posan para fotos, está prohibido.
Heritage Village
Este oasis artificial sirve para demostrar cómo vivían los antiguos beduinos antes de que llegara la era moderna a los Emiratos. Existen varios puestos de comida, donde se prepara luqaimat, bolitas de masa fritas rociadas con miel. Hay también varias tiendas en las que se puede comprar ropa típica de los Emiratos: blusones de seda, abayas para las mujeres y artesanías. También es posible ver algunos halcones resguardados por sus dueños y, si hay algún festejo nacional, escuchar a la banda de música.