La guerra contra los medios del Presidente Donald Trump alcanzó esta semana hasta al personal de la Casa Blanca.
El secretario de prensa, Sean Spicer, acompañado de abogados de la Administración, ordenó el registro de los celulares y otros dispositivos electrónicos de algunos miembros de su equipo.
La medida fue adoptada después de que una serie de filtraciones indignaran al responsable de comunicación y al Mandatario estadounidense.
Miembros del equipo de Spicer explicaron a Politico que fueron llamados a una junta de emergencia, y ahí el personal les pidió que sacaran sus teléfonos y otros dispositivos para probar que no tenían nada que esconder.
El portavoz advirtió, además, a los asistentes a la junta que usar aplicaciones que encripten o borren la información de mensajes enviados atenta contra una ley sobre registro de información presidencial, según explicaron varias personas presentes en el encuentro a Politico.
Esta advertencia llegó después de que The Washington Post publicara que el Jefe de Estado estadounidense había ordenado una investigación para detectar quién estaba dando a conocer a la prensa información sobre sus llamadas con líderes extranjeros y otra información de seguridad nacional.
El rotativo señaló que, como consecuencia, varios miembros de su equipo estaban usando la aplicación Confide, la cual borra los mensajes inmediatamente después de haber sido enviados.
Al terminar la reunión, el vocero de Trump advirtió a los trabajadores registrados que habría más problemas si se filtraba a la prensa que sus aparatos habían sido inspeccionados.
Esta no es la primera vez que personal de la Administración pasa información secreta a la prensa, tras haber sido advertidos de no hacerlo.
El Washington Post publicó el contenido de un memorando que envió la oficina legal del Departamento de Estado a los empleados advirtiéndoles sobre los riesgos de pasar información privada a los medios, el cual inmediatamente fue difundido.
El creciente número de filtraciones de la Casa Blanca pone en evidencia la inconformidad de miembros de la Administración Trump con la gestión del Mandatario.
Y el Jefe de Estado ha responsabilizado a los medios, a quienes criticó duramente por utilizar fuentes anónimas, durante la Conferencia de Acción Política Conservadora, el pasado viernes.
“No tienen fuentes. Se las inventan”, dijo Trump, quien pidió a los medios que citen solo fuentes con nombre, no anónimas, en sus historias.
Además, Trump publicó el sábado en un tuit que no asistirá a la tradicional cena anual de corresponsales que cubre la Casa Blanca, en la que los presidente suelen dar un discurso en el que acostumbran hacer bromas con los periodistas.