Si al defensa de la Fiera, Diego Novaretti, le dieron 6 partidos por un supuesto escupitajo, las sanciones a Veracruz y Tigres son de risa…
Veracruz deberá pagar una multa de 774.000 pesos (unos 38.000 dólares) y su estadio fue suspendido por solo una fecha por los hechos violentos que ocurrieron al final del partido del 17 de febrero contra los Tigres.
En tanto el técnico de los Tigres Ricardo Ferretti, fue suspendido por dos encuentros y multado con 174,400 pesos (unos 8700 dólares) por amenazar a la porra de los jarochos.
Luego de que Tigres derrotara 3-0 a Veracruz, se produjo una violenta riña entre aficionados de los dos equipos en una de las cabeceras del estadio. Imágenes de televisión mostraron a un desesperado Ricardo Ferretti empujando y gritándole a un policía para que refuerce la seguridad en esa área.
“Debemos de aprender de lo sucedido y trabajar para evitar que se repita, queremos que el deporte siga siendo familiar”, dijo el presidente de la liga mexicana, Enrique Bonilla. “El comportamiento de todos los involucrados fue inadmisible, el fútbol no puede ser rehén de algunos aficionados”.
Se trata del primer veto a un estadio en México desde el 19 de mayo del 2015, cuando la Comisión Disciplinaria aplicó esa sanción al estadio Jalisco luego de que aficionados de una barra del Atlas ingresaron al campo y agredieron a policías.
Después de empujar y gritarle a un policía, Ferretti se dirigió a la tribuna y lanzó amenazas a la barra de los Tiburones Rojos de Veracruz.
“Comprendemos que el estado era de desesperación e impotencia al ver lo que sucedía en la tribuna, pero no se justifica su actitud y la falta de respeto a la autoridad y a la afición del equipo Veracruz”, dijo Eugenio Rivas, presidente de la Comisión Disciplinaria.
Bonilla dijo que además, Veracruz se comprometió a aumentar el número de elementos de seguridad en el estadio Luis “Pirata” Fuente y a reforzar sus protocolos de seguridad.
“Más que buscar una sanción extrema que no lleva a una corrección del problema queremos trabajar en el problema con todos los involucrados”, dijo Bonilla. “Debemos trabajar en encontrar una solución al problema. Lo que pasó el 17 de febrero es inaceptable y no puede volver a suceder en nuestro fútbol, se trabajará para que no se repita”.