Una escuela de samba participó el lunes en el Carnaval de Río con un mensaje ambientalista que criticaba el uso de pesticidas y otras prácticas comunes en los grandes cultivos del país, lo que irritó a la comunidad agrícola.
La escuela de samba Imperatriz Leopoldinense llevó un mensaje de elogio hacia la protección ambiental practicada por los pueblos indígenas y denunció las prácticas corporativas en tierras que eran antes de los pueblos nativos.
La escuela, que posee unos 2.800 integrantes, lamentó “el corazón sangrante de mi Brasil” y cantó sobre “ese bello monstruo que se roba la tierra a los hijos”.
Los agricultores y otros empresarios del campo se sintieron ofendidos.
Legisladores vinculados con el sector agropecuario prometieron iniciar una investigación en el Congreso sobre los motivos de la escuela de samba.