El coordinador de la licenciatura en Administración de la Hospitalidad, quien encabeza una investigación sobre la potencialización del turismo de este tipo, explicó que cada año alrededor de 400 mil extranjeros viajan al País para someterse a un tratamiento médico.
Sin embargo, detalló, si esa cifra se compara con los 32 millones de turistas que llegaron por otro motivo en 2016, el turismo médico aún es un segmento pequeño.
“El turismo médico en México está incrementando, pero falta diseñar un modelo de gestión que le dé orden y lo potencialice”.
La falta de regulación en este ramo, afirmó, ha impedido tener cifras exactas de cuánto dinero aporta el turismo médico y ha dificultado que éste se desarrolle igual a nivel nacional.
Por ejemplo, mencionó, los estados fronterizos tienen más turismo médico, con un incremento anual de hasta 15%, pero no ofrecen servicios con la misma calidad que Cancún.
Montalvo manifestó que por eso debe diversificarse la oferta, con base en las necesidades de los pacientes y que, tanto hospitales como hoteleros, se integren en un mismo sistema que garantice un mínimo de servicios de salud a los visitantes.
De hecho, aseguró, a principios de este año la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomendó a México diversificar su mercado turístico y cambiar su modelo de negocio en ese ramo.
También es importante, destacó el coordinador, que el País atraiga a turistas médicos no sólo por el menor precio de los tratamientos, hasta 40% más baratos, sino porque los servicios sanitarios que se ofrecen aquí son de calidad.
Montalvo dijo que si más hospitales mexicanos se acreditan con certificaciones internacionales, como la Joint Commission, la cual mide la seguridad y calidad de los procesos sanitarios, más turistas se atenderían en el País.
Ahora, con las políticas de Donald Trump, añadió, más extranjeros pueden viajar a México buscando servicios accesibles y de calidad, sobre todo en salud reproductiva.