Leoneses disfrutaron el carnaval ayer, en diferentes partes de la ciudad. 

En barrios como San Miguel, San Juan de Dios, Coecillo y San Nicolás, los niños salieron a la calle, llenos de cascarones y huevos, para celebrar el carnaval y darle continuidad a una tradición leonesa. 

Según la tradición católica, el carnaval se celebra, porque es el último día que tienen los creyentes para “portarse mal” y disfrutar los placeres de la vida, antes del Miércoles de Ceniza y el comienzo de la Cuaresma, en preparación para la Semana Santa. 

En varios lugares, se inició la venta de cascarones decorados y llenos de confeti para celebrar este domingo, sobre todo en los mercados de la ciudad, donde los artesanos se dedican a esto, año con año. 

Los niños recorrían las calles llenos de alegría y diversión. Uno de sus juegos favoritos es el de los pajaritos, que consiste en atrapar al contrincante y después de haberlo logrado, se le estrella un cascarón en la cabeza. 

Algunos solamente van llenos de confeti, otros con huevo incluido. 

Juegan y se refrescan en la calle 

 

Asimismo, chicos y grandes tuvieron baño asegurado, ya que al ser domingo de carnaval, ellos aprovecharon a salir a la calle para aventarse agua en diferentes puntos de la ciudad. 

Como es el caso de los hijos y vecinos de la señora Mari, quienes a falta de globos, llenaron bolsas con agua, se armaron con cubetas, botes y jícaras, para entre todos refrescarse un rato. 

La señora Mari agradeció que los pequeños no saquearan su cocina, la cual se salvó, ya que los huevos utilizados fueron patrocinados por el tendero de la esquina, quien obsequió a cada niño dos huevos para que éstos se divirtieran un rato y no dejar pasar desapercibida la tradición. 

“El año pasado no lo disfrutaron igual porque hacía frio”, comentó Mari. 

Esta vez, los pequeños salieron a la una de la tarde para aprovechar el radiante sol, aunque el calorcito del majestuoso astro no logró calentar a los “chamacos”, quienes titiritaban de frío, sin dejar de corretearse. 

Sin embargo, muchas personas están dejando de mojarse por miedo a las sanciones de las autoridades, mientras que otros esperan el domingo de carnaval para agredir a los peatones, automovilistas o autoridades, con huevo y harina. 

Razón por lo que muchas personas prefirieron no salir a la calle para ser blanco fácil de algún maldoso.

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