Hay muchas maneras. Primero que nada, no cometas el error de pensar que puedes cambiarlo o ayudarlo. A menos que seas una psicóloga especializada y él te haya pedido asistencia, no tienes chance alguno de llevarlo a la luz.
No es broma, estamos hablando de un desorden mental, el cual requiere de ayuda profesional, siempre y cuando él la pida.
Ahora que vamos por buen camino, aprende a identificar sus juegos mentales.
Ego inflado y juego de autoimportancia
Si quieres planear unas vacaciones, tu galán se ofende. ¿Cómo va a sobrevivir el mundo sin su presencia? Los narcisistas creen que el mundo gira alrededor de ellos… y quieren que lo sepas.
Generalmente cuando hable, habrán muchas groserías de por medio, así como farolería; presumirá de lo que puede comprar, de a dónde ha ido, qué ha hecho, cuánto dinero gana y lo inteligente que es. Raramente te preguntará cosas sobre ti o de tu vida.
La conversación usualmente se enfocará en él y sus éxitos. Porque sí, un narcisista es egocéntrico y engreído. Tampoco le gusta esperar y es increíblemente temperamental.
El Señor Cero empatía
Te atreves a contarle del novio de tu mejor amiga que acaba de ser diagnosticado con cáncer de pulmón. Y tu galán te responde: “Bien merecido. Fuma desde los 15 años, ¿qué esperaba?”.
Sí, así como lo lees, el hombre narcisista no siente empatía y, de hecho, si una persona se siente mal, encontrará la forma de hacerlo sentir peor. Es un horrible tipo de personalidad y, como te habrás dado cuenta, no es muy sociable tampoco.
Lo que hace el narcisista es hacer sentir mal a los demás para subir cada más pedestales de su ego. Y a pesar de ello, tienen una sensación de inferioridad en lo más profundo del alma.
Un autoestima muy frágil
Cuando le tratas de enseñar cómo hacer una sentadilla, ¡se ofende! Pero no sólo se ofende, sino que trata de regresarte la ofensa de mal modo.
De nuevo, estamos hablando de una persona que, en lugar de responder con gratitud, lo hará con crítica y ofensas. Ésta es una conducta clásica de un narcisista. ¡Nada lo puede hacer mal! Y es que, por más inflado que tenga el ego, muy dentro de sí sabe que en realidad no todo lo sabe hacer bien.
¡Y hay otras señales! Un narcisista parecerá encantador e inteligente. Te prometerá la luna y las estrellas, pero una vez que dejes de hacer lo que él quiera, se enojará y se volverá la víctima.
Y aunque seas la víctima de una actitud narcisista, tienes que recordar que el narcisista también es una víctima y necesita ayuda. En lugar de tratar de cambiarlo, no dejes que te haga sentir mal y no le busques ayuda, él tiene que buscarla por sí mismo.

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