(Discurso inicia en el minuto 30)

El presidente Donald Trump dice que le ordenó al Departamento de Seguridad Nacional que forme una oficina para atender a los estadounidenses víctimas de crímenes cometidos por inmigrantes.

Trump dijo que la oficina se llamará “VOICE” (“VOZ”), siglas en inglés de Acción para las Víctimas de Delitos de Inmigración. Se escucharon sonidos de sorpresa de gente en la audiencia cuando Trump dijo el nombre de la nueva oficina.

El mandatario dice que Estados Unidos debe respaldar a las agencias policiales y apoyar a las víctimas de delitos. Dice que la nueva oficina proporcionará una voz a la gente ignorada por los medios de comunicación y “silenciada por intereses especiales”.

Trump indicó que invitó a cuatro estadounidenses a que asistieran al discurso cuyas familias fueron afectadas por delitos cometidos por inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.

El presidente agregó que su gobierno “pronto tomará nuevas medidas para hacer que nuestra nación esté segura”, y prometió que aplicará nuevos decretos para restringir la inmigración.

La prohibición ordenada por Trump para que no ingresaran a Estados Unidos los inmigrantes de siete países de mayoría musulmana fue derogada por un tribunal federal.

Se espera que el mandatario anuncie el miércoles un nuevo plan, reorganizado.

En su discurso ante el Congreso, se comprometió a que su gobierno “ha estado trabajando en procedimientos mejorados de investigación de antecedentes” y mantendría “fuera a los que nos harían daño”.

El presidente Donald Trump dijo también que ve posible una reforma migratoria y que republicanos y demócratas pueden trabajar juntos para alcanzar esa meta tras décadas de esfuerzos infructuosos.

Trump indicó que la reforma legislativa debe tener como guía el mejorar los salarios de los estadounidenses, reforzar la seguridad nacional y restaurar un respeto por las leyes.

“Si estamos guiados por el bienestar de los ciudadanos estadounidenses entonces creo que republicanos y demócratas pueden trabajar juntos para alcanzar una meta que ha eludido a nuestro país durante décadas”, indicó.

Durante su primera alocución al Congreso, el mandatario no adelantó cuáles medidas tiene en mente para resolver el estatus de los 11 millones de inmigrantes que residen en Estados Unidos sin autorización.

Para los líderes republicanos de la Cámara de Representantes, el presidente Donald Trump estuvo tentadoramente cerca de respaldar el plan de ellos de reestructurar el código fiscal al imponer un nuevo impuesto a las importaciones mientras se exenta a las exportaciones. Pero a fin de cuentas se detuvo un poco antes.

“Debemos crear un campo de juego igualitario para las compañías y los trabajadores estadounidenses”, afirmó.

“En la actualidad, cuando enviamos productos para que salgan de Estados Unidos, muchos otros países nos hacen pagar aranceles muy elevados e impuestos, pero cuando las compañías extranjeras envían sus productos a Estados Unidos, les cobramos casi nada”, afirmó el mandatario.

Sin proporcionar detalles específicos, Trump dijo que propondrá cambiar eso.

Durante semanas, la Casa Blanca ha enviado señales contradictorias con relación al plan republicano en la Cámara de Representantes, y ha dejado a los legisladores la tarea de interpretarlas. Mientras tanto, un creciente número de senadores republicanos han condenado ese plan.

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