Sobrepeso y obesidad, el uso de calzado inadecuado y lesiones al practicar ejercicio -que no se atienden- son algunos de los factores que más lastiman a las rodillas.
“El dolor avisa sólo cuando ya hay daño en el hueso”, dice Gilberto Franco Sánchez, subdirector del Instituto Nacional de Rehabilitación (CIÑE).
La rodilla, explica, une tres huesos: el fémur, la tibia y la rótula. Para evitar que éstos choquen, tiene dos discos fibrocartilaginosos, los meniscos, que son una especie de “colchoncitos”, y también tiene ligamentos que le dan estabilidad. Además, entre la rótula y el fémur hay un cartílago que amortigua la presión entre los dos huesos.
En México, la artrosis de rodilla es un problema de salud pública, alerta Jimena Jiménez San Román, especialista en ortopedia y cirugía articular. Esta afección se debe al deterioro gradual del cartílago y se manifiesta con síntomas como dolor al caminar o subir escaleras.
El desgaste del cartílago y los meniscos ocurre de manera silenciosa, advierte Franco Sánchez, ello dificulta la atención oportuna.
“El cartílago es aneural, es decir, no tiene tejido nervioso. Al no tener nervios, el paciente no resiente cuando se va destruyendo. Eso es bueno porque evita muchos años de dolor, pero es malo porque cuando ya duele es que el hueso ya está siendo afectado. Quiere decir que el cartílago está totalmente desgastado cuando menos en zonas”, indica el especialista.
Suma agravantes
El sobrepeso y obesidad en el País le están pasando la factura a las rodillas, 72.5 por ciento de los adultos tiene alguno de estos problemas según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino (Ensanut) 2016.
Por ello, Jiménez San Román estima que el aumento de casos de artrosis de rodilla está ligado al incremento de población con kilos de más.
Las rodillas están diseñadas para soportar el peso propio, describe Franco Sánchez, pero el sobrepeso, la obesidad, e incluso levantar objetos muy pesados, eleva el impacto de la sobrecarga y contribuye al desgaste del cartílago y de los meniscos al provocar la fricción entre los huesos de la articulación.
Estudios de biomecánica han calculado que la rodilla resiente al doble cada kilo de sobrepeso, explica la ortopedista y traumatóloga María del Carmen García Ruiz.
“Una persona cuyo peso ideal es de 70 kilos pero tiene un sobrepeso de 10, a nivel de las rodillas serán 20 kilos extra al peso corporal que ya carga. El que yo tenga mayor peso, indica mayor sobrecarga y, por lo tanto, más rápido voy a tener el desgaste de las rodillas”.
Aunque si está en su peso, no cante victoria; también puede incurrir en conductas de riesgo, por eso los problemas de salud de las rodillas son muy comunes y se presentan a cualquier edad.
Por ejemplo, si al hacer ejercicio constantemente las rodillas están expuestas a golpes, como ocurre al practicar futbol, hay riesgo de desgaste y, de no atenderse, el problema puede de ir desde la limitación del movimiento hasta una cirugía.
Se vuelve complicado realizar actividades cotidianas como caminar, agacharse o incluso, algo tan simple como sentarse en una silla, agrega la especialista.
“Si estoy constantemente haciendo que choquen fémur y tibia entonces se va a presentar una fricción. El desgaste de la rodilla es en realidad el desgaste del cartílago”.
García Ruiz explica que sentarse inadecuadamente también desgasta las rodillas: “Si acostumbras cruzar las piernas pero en vez de recargar la pierna sobre el muslo, colocas una rodilla sobre otra, entonces produces una fricción entre la rótula y el fémur que contribuye al desgaste”.
Abusar del uso de tacones altos, también daña la articulación: “Cuando estás parado en tacones, lo que ocurre es que estás pisando en puntas y, para compensar el peso de tu cuerpo, la rodilla se hace hacia atrás, jalas el cuadrícep (muslo) y al jalarlo estás juntando la rótula contra el fémur, lo que produce fricción entre estos dos huesos. Esto es lo que produce desgaste articular”.
Al estar de pie, el peso corporal se equilibra en las dos piernas, pero al subir una escalera, la rodilla recibe todo el peso mientras el pie da un paso y otro, esto no es saludable, pero no se puede evitar que de manera instantánea una cargue más que la otra.
Deporte y trabajo
Los deportistas y personas con trabajos en los que tienen que cargan mucho peso están expuestos a un desgaste más acelerado de las rodillas, comenta el especialista Franco Sánchez.
En el caso de disciplinas como el futbol y otras similares, el impacto de carga en las rodillas y los golpes son precursores de problemas de artrosis a temprana edad.
“Las lesiones por artrosis son frecuentes en deportistas con sobrepeso, deportistas que tienen compitiendo años o aquellos que sufren golpes, eso va contribuyendo a que se pierda el cartílago”, explica el especialista.
A quienes por su trabajo deben sobrecargar sus articulaciones, Franco Sánchez les recomienda el uso de rodilleras, vendajes en las rodillas y una faja que mejore la postura, y retirarlos una vez que se concluye la actividad.
Los años también son enemigos de las articulaciones; conforme pasa el tiempo el cartílago se va desgastando, por lo que es muy probable que al llegar a la tercera edad las rodillas empiecen a dar molestias.
¿Cuándo ir al doctor?
Si eres una persona que frecuentemente tiene inflamación, dolor o chasquido en las rodillas, es importante que acudas con un especialista para que diagnostique si existe algún desgaste de la articulación, sugiere Franco Sánchez.
También aconseja ir si habitualmente, tras permanecer sentado varias horas, no puedes levantarte fácilmente para empezar a caminar o si tienes que esperar algunos segundos para continuar el paso.
El tratamiento para atender el desgaste de las rodillas dependerá de la causa, pero los especialistas detallan que entre los más comunes se incluyen el consumo de los condroprotectores, que son medicamentos específicos para tratar la artrosis.
Claro que el mejor remedio, coinciden los especialistas, es prevenir la enfermedad. Franco Sánchez recomienda: mantenerse en el peso ideal, si se practica deporte de alto impacto, evitar caer de frente con todo el peso sobre las rodillas, y consultar al médico para determinar, si por la estructura corporal, se recomienda el uso de rodilleras y en qué condiciones.
Los adultos mayores, deben evitar cargar a los nietos en brazos por largos periodos, pues sus rodillas ya no están para cargar ese peso extra.