Actualmente, se dice que la sociedad es narcisista, busca la gratificación inmediata, existe poca o nula preocupación por el otro y, por el contrario, culpa a un tercero, no asumen sus errores, esto nos lleva a analizar qué pasa con la salud mental de las personas y por ello, es importante acudir con un experto en la materia.
Sin duda, la salud mental es uno de los temas que mayores estigmas y mitos lo rodean, ya que se piensa que aquellos que acuden con un psicólogo, psicoterapeuta o psiquiatra es porque tienen alguna enfermedad mental grave, pero no se puede generalizar.
Acercarse a estos especialistas es totalmente recomendable, aunque no se tenga un problema, simplemente por el hecho de autoconocerse.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un estado de bienestar, donde la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones cotidianas de la vida, relacionándose, trabajando y contribuyendo de la mejor manera con la sociedad.
El primer acercamiento
“Decidir buscar ayuda y empezar un tratamiento no es nada sencillo, pero la realidad es que cualquier persona se beneficia de tomar terapia, no se tiene que pasar por un evento traumático para asistir.
“Cierto es que la mayoría acude ya que se encuentra en estado de shock, cuando algo detona un descontento en su vida, pero yo veo totalmente recomendable acercarse a un profesional, incluso si no tienen ningún problema, ya que les ayudará al autoconocimiento, de cierta forma te pedirás cuentas a ti mismo”, reconoce Jaime Ortiz, psicoterapeuta Gestalt.
Eso sí, Ortiz enfatiza que visitar a un experto de la mente no es obligatorio, habrá personas que nunca se acerquen a uno, ya que no es algo determinante, como lo es acudir con un oculista.
Para asistir a terapia no se requiere una edad en específico, pero hay que partir que todas las etapas del desarrollo humano enfrentan retos, por ejemplo, los niños, cuyas acciones son síntomas de lo que pasa en su casa, de la forma como sus padres impactan positiva o negativamente en ellos: mientras que los adolescentes atraviesan un momento en el que fijan su personalidad y, lo mejor, sería consultar con un especialista.
“Al principio, al paciente le cuesta abrirse para hablar, pero debe tener la confianza; también hay personas que desde la primera consulta se expresan sin inhibiciones, depende de la personalidad de cada persona”, afirma el psicoterapeuta.