Lograr espacios amplios y luminosos fue el principal objetivo que la arquitecta Paola Calzada buscó alcanzar a través de una remodelación completa realizada en un penthouse de la zona de Polanco.

La construcción original data de 1980 y cuenta con 500 metros cuadrados en interiores más 90 de terrazas, dimensión poco común en las construcciones de la zona.

Ésta se encuentra constituida por tres niveles unidos por una escalera-biblioteca de acero, la cual es el eje de todo el departamento.

De acuerdo con Calzada, la intervención incluyó la eliminación de muros divisorios que creaban pequeños cuartos dentro del lugar, así como la supresión de escalones en los desniveles y plafones que reducían la sensación de amplitud.

“Todas las obras que hacemos tienen varios puntos de flujo de aire; tenemos ventanas en varios muros, lo que permite muy buena ventilación e iluminación naturales. Haciendo que cada espacio sea cálido y la gente quiera estar en ellos”, señaló la artífice.

En el primer nivel se encuentran las áreas privadas, un estudio y una sala de televisión; mientras que en el segundo, una extensa sala comedor vinculada a la perfección con la cocina resulta el punto de encuentro ideal para los habitantes, quienes son amantes de la gastronomía. Finalmente, el tercer piso es destinado a un roof garden privado.

Dentro de la remodelación se canceló una escalera secundaria para crear otro cuarto de servicio, pues uno de los detalles considerados fue brindar espacios con grandes ventanas y ambientes dignos al personal que ayuda a la familia.

Espacios ilimitados

Para acentuar el efecto de espaciosidad y evitar limitaciones visuales, en los pisos fue empleada resina epóxica en tono neutro, la cual no tiene juntas ni divisiones, mientras que en los baños se utilizaron mármoles en plata.

La escalera-biblioteca, columna vertebral del departamento, tiene una estructura sesgada envuelta por libreros de distintas profundidades, lo que permite dar el lugar adecuado a cada volumen, todos con una personalidad diferente y única.

“En el primer nivel, donde está la parte privada, se encuentran todos los libros de la familia, los de estudio o los de los niños; en el segundo nivel están los libros que comparte el matrimonio, y, en el último, los de arte, que son los que más destacan en el área pública. Así, casa uno tiene diferentes maneras de exponerse”, destacó la creativa, quien dirige el despacho que lleva su nombre.

Con la finalidad de conservar un estilo sobrio y contemporáneo en el lugar, se combinó el tono oscuro de la chapa de eucalipto con laca, lo que genera un contraste entre color liso y madera.

Paola eligió principalmente colores tierra en los interiores y, además, generó mediante distintas pruebas en obra un particular tono verde, intenso y profundo al tiempo que cálido, el cual recorre los tres niveles de este penthouse.

El mobiliario, también seleccionado por ella y su equipo, fue remodelado casi en su totalidad. Además, se incluyeron elementos de iluminación diseñados específicamente para la casa, entre ellos una serie de lámparas hechas con arbotantes de deshecho montados en espejos cóncavos, lo que otorga un toque original y único que hace lucir aún más toda la decoración.

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