La monotonía diaria de los viajeros del metro de Melbourne, en Australia, se rompió el pasado viernes cuando la voz del maquinista se oyó a través de los altavoces:
“Esta mañana tengo un anuncio muy especial para vosotros, tenemos dos viajeros habituales que van en el vagón cuatro, Hannah y Ryan”.
La complicidad del conductor con la historia sorprendió a los usuarios del vagón cuando éste aseguró que la pareja se había conocido en ese mismo lugar diez años antes y se había enamorado.
Acto seguido, Ryan pidió matrimonio a su pareja, Hannah, en mitad de la alegría y los aplausos de los viajeros. La novia, a trevés de la red social twitter ha agradecido al pesonal del metro de Melbourne este día que “seguramente nunca olvidaremos”.