Las malas posturas al momento de trabajar, tarde o temprano, cobran factura en la columna vertebral de los trabajadores que pasan la mayor parte de su día frente a una computadora.

En teoría, la jornada laboral debería ser de ocho horas diarias, aunque en realidad, un trabajador permanece más tiempo en la oficina, y lo hace frente a una computadora en un lugar fijo sin moverse.

Pasar muchas horas sin movimiento puede originar problemas en los músculos y huesos por llevar una vida sedentaria, los cuales se agravan con el paso del tiempo si no se cuida la postura.

Algunas de las enfermedades a largo plazo que afectan la columna son:
Dorsalgia. Dolor intenso en la región dorsal de la columna vertebral. Se presenta, usualmente, en personas que trabajan por periodos largos frente a un escritorio o que no cuentan con una silla ergonómica. Suele confundirse con un simple dolor de espalda.

Cervicalgia. Dolor en el cuello que se origina, en la mayoría de los casos, en la parte posterior cuando la postura es incorrecta y forzada por mucho tiempo. Se manifiesta con hormigueos, debilidad, pérdida de movilidad, dolor de cabeza, mareos o falta de equilibrio.

Cifosis. Curvatura de la columna vertebral. Se presenta como una deformación que afecta a las personas que trabajan por tiempos prolongados en sillas que no cuentan con la ergonomía necesaria. Provoca dolor, fatiga, sensibilidad, así como dolor en el pecho en casos muy graves y avanzados.

Tortícolis. Los nervios cervicales se inflaman. Una de las causas más frecuentes es adoptar posturas inadecuadas al trabajar o estudiar e, incluso, al dormir.

Epicondilitis. Inflamación de los tendones que unen los músculos del antebrazo y de la mano con el epicóndilo. Es una lesión de codo común en las personas que se dedican a actividades que involucran un movimiento repetitivo de la muñeca, así como el uso constante del mouse y del teclado de la computadora sin el apoyo correcto.

Por ejemplo, si los trabajadores pasan mucho tiempo frente a la computadora, lo mejor es que utilicen una silla ergonómica que se ajuste a cada movimiento del cuerpo y que esté diseñada para dar soporte a nuestras interacciones con la tecnología actual. Asimismo, es primordial promover los cambios de altura a la que trabaja el empleado con escritorios que apoyan la fisiología y la biología de los usuarios.

No menos importante, es la inclusión de espacios de trabajo que permitan al usuario elegir dónde cumplir con sus tareas, ya sea con soluciones diseñadas para el bienestar del cuerpo y la mente, que proporcionen confort y sujeción de alto rendimiento, con tecnología lumbar que aporta diseño ergonómico en postura lounge, o bien, un sistema versátil con la capacidad de transformarse en minutos para un entorno de colaboración en conjunto, y regresar a una configuración individual en cuestión de minutos.

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