Desde hace 8 meses está cerrado un tramo de tres kilómetros de la nueva autopista León-Salamanca por un derrumbe, que no se ha podido despejar debido a que ejidatarios de Bajío de Bonillas, de Silao, lo impiden porque no les han pagado afectaciones.
Todo un cuerpo de la circulación de León hacia Salamanca, del kilómetro 28 al 31, está cerrado a la circulación.
La empresa Concesionaria de Infraestructura del Bajío S. A de C. V , perteneciente al Grupo México, que opera la autopista, ha tenido que habilitar en doble sentido el otro cuerpo de la circulación, de Salamanca a León, y hay poca señalización que alerte a los automovilistas sobre lo que ocurre.
La concesionaria hace aparentar que tienen cerrado el tramo por trabajos de rehabilitación, pero la realidad es que tienen problemas con ejidatarios que les han impedido labores de limpieza de rocas y escombro que cayeron al desgajarse el cerro Blanco.
El problema se localiza a solo 4 kilómetros de la caseta de cobro “Puerto interior”, donde los empleados dijeron que desde agosto pasado se tuvo que cerrar a la circulación por un derrumbe.
Uno de los encargados, que se identificó como Sergio Urzúa, dijo que no podía dar información sobre el conflicto con los ejidatarios.
Indicó hablar a México, donde Guillermo Quintana dijo que era un problema legal que estaba en manos del área jurídica y que el encargado de manejarlo no se encontraba.
El director de la SCT en Guanajuato, José Leoncio Pineda Godos, reconoció que se estaba tratando de obtener 220 millones para pagar adeudos de afectaciones en la autopista León-Salamanca, que ya están generando problemas.
“Estamos gestionando ante la Secretaria de Hacienda la posibilidad del pago de los 220 millones que nos faltan por pagar de afectaciones, hablando desde Salamanca hasta el tramo de León”, señaló Godos.
Moisés Gómez, ejidatario que vive en un pequeño rancho que está en el cerro en que ocurrió el derrumb, manifestó que hay inconformidad en el Ejido de Bajío de Bonillas porque se les prometió pagar afectaciones y hasta la fecha no se les han liquidado.
También se les prometió a vecinos de la comunidad de Arroyo Blanco un puente peatonal a desnivel, por debajo de la carretera, pues con la autopista quedaron incomunicados de la comunidad de Guadalupe de Ramales.
“Ya han hecho plantones porque se les prometió el puente y no se les cumplió. También han impedido que los concesionarios de la autopista levanten las rocas que cayeron porque no les han pagado lo que les prometieron”, reconoció el ejidatario.
Confirmó que desde la pasada temporada de lluvias, en agosto, hubo derrumbes, y no han hecho la limpieza.
“Hicieron mal los trabajos por la prisa de abrir la autopista. Este tramo del cerro es el más peligrosos, porque se corre el riesgo de más derrumbes, pero hasta la fecha no se han realizado trabajos de mantenimiento”.
El comisariado ejidal, Ángel Macías, ha dicho a los ejidatarios que no permitirán que se abra el tramo mientras no les paguen los adeudos, estimados en más de 10 millones de pesos: su argumento es que la autopista sí cobra completo, aunque el servicio sea malo.
En la caseta de cobro nunca se advierte a los automovilistas que 4 kilómetros adelante, rumbo a Salamanca, está cerrada la autopista.
Hay que pagar 68 pesos, más 26 pesos por utilizar un tramo de la autopista León-Aguascalientes debido a que no han terminado el tramo del entronque con el distribuidor Timoteo Lozano-Delta.

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